La Euskal Etxea de New England (EEUU), en la que los herri kirolak (deportes tradicionales vascos) cobran especial importancia, celebró el pasado sábado su fiesta anual. Más de un centenar de personas concurrieron al evento, celebrado en la granja del exjugador de Jai Alai Riki Lasa, en Suffield, Connecticut. “¡Menudo espectáculo! Estuvimos sietes aizkolaris, la gente participó en el txingaruten… Todo salió perfecto”, ha señalado Lasa a EuskalKultura.com, recordando que sigue en pie su oferta a las euskal etxeas de organizar exhibiciones de herri kirolak.
Suffield, EE.UU. El tiempo ayudó a que todo marchara sobre ruedas en la fiesta del club. “En años anteriores llovió, pero el sábado no; ni lluvia, ni calor, ni frío”. El hecho de que Mike Sullivan, Sully, campeón mundial aizkolari, participara colaboró a hacer del evento algo especial. “Es amigo mío”, explica Lasa, para añadir a modo de broma que “ganar, ganó la competición", "pero por bien poco”.
Junto a Lasa y Sully, otros cinco aizkolaris participaron en la exhibición: Kody Lasa, hijo del organizador; Francisco Gandiaga, Jose Mari Aramendi, Nick y Eric. En total, cortaron trece troncos, en una media hora.
Además de la exhibición aizkolari, los asistentes disfrutaron de un programa que incluyó sokatira, txingaruten (acarreo de pesos) y una exhibición de levantamiento de piedra. Sobre esta última modalidad, Lasa comenta que “se trata de dar a conocer el deporte, por lo que no usamos piedras reales, sino maderas pintadas a las que damos apariencia de piedra y ponemos que pesan 200 kilos, aunque en realidad solo pesen unos 70”, explica, como si levantar 70 kilos fuese pecata minuta.
Una visita desde Islandia
Gandiaga fue también quien se encargó del txitxiburduntzi (manera tradicional de asar la carne en diferentes lugares del País Vasco, ensartándola en un palo), en el que cocinaron el cerdo y algunos pollos. Y entre quienes degustaron el manjar se encontraban los islandeses Gustaff Bidarsson y Orri Finnebogasson. “Me enamoré de Islandia hace unos años y desde entonces voy cada año”, refiere Lasa, agregando que “ahora están aprendiendo los troncos y su madera, para la competición de julio”.
Y es que, el próximo 4 de julio, Riki y su hijo Nico acudirán a Reykjavik, la capital del país nórdico, para participar en “la primera competición aizkolari entre vascos e islandeses”, según describe el deportista. Aunque, en vista de que los amigos del norte “están aún adquiriendo nivel”, “puede que sea una exhibición, y no una competición”, señala.
Invitación a las euskal etxeas
El New England Basque Club es una de las pocas euskal etxeas en la que los que los deportes rurales vascos se viven tan activamente. Es por eso que, con la colaboración de NABO, algunos de los integrantes del centro han visitado clubes y fiestas vascas de otros estados, para realizar exhibiciones. “Me encanta poder mostrar nuestra cultura en distintos lugares”, reconoce Lasa.
Así las cosas, si alguna euskal etxea estuviera interesada en contar con los deportistas del New England Basque Club para organizar exhibiciones o competiciones en su localidad, puede contactar con NABO o con los vascos de New England. Por ahora, el 24 de este mismo mes, Lasa y Gandiaga viajarán a Bakersfield al objeto de sumar su buen hacer herrikirolari a la fiesta vasca de esta localidad californiana.