Los aficionados reciben a un Osasuna subcampeón de Copa, mientras Biarritz celebra su triunfo en rugby

Dos ciudades de Euskal Herria, una en la costa, la otra en el interior, celebraban ayer sendos triunfos en sus respectivos campeonatos estatales, en un caso de rugby, en el otro de fútbol. En Pamplona, Osasuna celebraba --con la alegría de llevarse el subcampeonato y la tristeza de haber dejado escapar en el último momento la txapela de campeón-- la excelente trayectoria que le ha llevado a disputar la final de la Copa del Rey, en fútbol, copa que en la prórroga se escapó a manos del Betis. Por el contrario, en rugby, el B.O. (Biarritz Olympique) se adjudicó por cuarta vez en su historia el Campeonato de Francia. Ambos equipos fueron recibidos en la calle por miles de sus respectivos aficionados y simpatizantes en su vuelta a casa el domingo por la tarde. Por último, aunque no por ello menos importante, tras dos temporadas de ausencia, el Deportivo Alavés retornará, en fútbol, a la Primera División española de fútbol, al vencer ayer al Elche 1-2. El recibimiento, esta tarde en Vitoria-Gasteiz.

En el caso del Biarritz Olympique, los aficionados labortanos se hicieron notar ya desde la propia mañana del sábado en la capital gala, calculándose en alrededor de veinte mil el número de aficionados vascos --entre los llegados de Euskal Herria y los vascos residentes en París-- que pulularon por sus calles y siguieron de un modo u otro el desarrollo del partido.

También la Euskal Etxea de París se sumó a la jornada, como tiene por costumbre cuando se disputan en la ciudad partidos de los equipos vascos, con un programa que incluía un multitudinario almuerzo popular --el partido fue el sábado por la noche-- y, tras el partido, una cena y fiesta de celebración que duró hasta la madrugada.

Es la cuarta vez que el Biarritz Olympique se alza con el triunfo en el campeonato estatal francés. Al igual que la última vez --en el campeonato de 2002-- a su vuelta a la ciudad biarrota el equipo fue recibido con todos los honores por aficionados que llenaban las calles, de tal modo que el autobús que transportaba a sus miembros llegó con un retraso de una hora al ayuntamiento de la población costera, que fue recibido asimismo en el Casino de Biarritz.

En Pamplona, sensación de pena

Por su parte, una sensación gazi-gozo --agridulce-- impregnó la celebración por parte del Club Deportivo Osasuna del subcampeonato estatal, en este caso de fútbol, tras perder en la prórroga la Copa del Rey ante el Betis Balompié en el estadio Vicente Calderón de Madrid. Fue hasta el minuto 74 y después de intentarlo dos veces, cuando el delantero bético Oliveira aprovechó un error entre Cruchaga y el arquero Elía, para puntear el balón y abrir así el marcador a favor de los béticos. Pero en el minuto 82 Osasuna igualaría 1-1, finalizando con ese resultado el tiempo reglamentario, para perder finalmente en la prórroga.

A pesar de que quedar segundos en la Copa no deja de ser asimismo todo un logro, la sensación de pena se apoderó el sábado de la afición rojilla. Señala Diario de Noticias que 'Osasuna hizo un encuentro serio e intenso, que no excelso, y le dejó en un momento sin la condición de favorito al Betis. El equipo andaluz siempre jugó incómodo y sufrió de lo lindo. La puntería en los últimos metros fue crucial, como casi siempre, decisiva. El conjunto de Aguirre fue el de siempre y enseñó parte de esa irregularidad, aunque la tensión igualó los defectos'.

Ya el domingo por la tarde, medio millar de aficionados acudió a recibir a Osasuna como subcampeones de la Copa del Rey, a los gritos de 'Campeones, campeones, oe, oe, oe'. No formaban en absoluto la marea humana que había acudido el sábado a la capital española, pero sí la afición más incondicional que acudió a apoyar a su equipo a pesar de que la Copa se hubiera escapado en el último momento.

El Alavés, a Primera

Por otro lado, tras vencer 1-2 al Elche, el Deportivo Alavés retornará la próxima temporada a la Primera División española de fútbol. Para celebrar el ascenso, hoy se celebrará en la plaza gasteiztarra de la Vírgen Blanca el tradicional recibimiento que festeja todo triunfo de los equipos alaveses. Esta tarde a partir de las 20.00 horas afición y plantilla alavesista se darán la mano en la céntrica plaza (un autobús descapotable saldrá a las 19.00 horas de Mendizorrotza) en lo que se espera se convierta una fiesta multitudinaria con todos los protagonistas del ascenso

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