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Buenos Aires, Argentina. Este sábado 13 de mayo volverán a resonar en las calles de San Telmo las melodías de la triki, el ritmo del pandero, seguramente algún txistu y quizás también alguna alboka. A las 18:30, la comparsa de euskaltzales partirá como es habitual desde Bernardo de Irigoyen 826, sede de Euskaltzaleak. Música vasca en vivo, el canto y el baile acompañarán el recorrido por los bares del barrio. Pero el decimosegundo Trikipoteo del euskaltegi porteño tendrá un condimento especial. Será la ocasión para reencontrarse y agradecer al equipo de conservadoras y restauradoras que acudieron con enorme celeridad al rescate de la biblioteca del euskaltegi, recientemente inundada.

Los y las rescatistas de la biblioteca, que sorprendieron a todos por su dedicación y entrega, serán los invitados especiales de este encuentro. María Susana “Tuny” Cagliolo realata a EuskalKultura.eus que “Ni bien supimos lo sucedido, convocamos a voluntarios y asistieron estudiantes y docentes ya entrenados, y luego se amplió la solicitud de ayuda a nuevos estudiantes. Es así como se conformó el grupo de colaboradores, que, junto a los socios de la Escuela Euskaltzaleak, trabajamos para salvar los libros y publicaciones que habían quedado bajo el agua”, explica la Jefa de Trabajos Prácticos de la cátedra Pérez Botta de la Licenciatura en Conservación - Restauración de la Universidad Nacional de las Artes (UNA), quien trabajó incansablemente, junto a María José Biocca, Candela Gonzales y Teresa Romano, docentes también de Física, Química y Biología, y Carolina Cortes, de la materia Retoque Pictórico (UNA).

Solidaridad por doquier y agradecimiento

Este trikipoteo será una magnífica oportunidad para agradecer a quienes han ayudado a recuperar la biblioteca. Así lo expresa a Euskalkultura.eus la presidenta de Euskaltzaleak Anabel Jaureguiberry: “A pesar de haber perdido bastantes libros, muchos se han salvado gracias a Tuny Cagliolo y los voluntarios. También me gustaría destacar que han hecho su trabajo de forma voluntaria, sin cobrar nada, sin pedir nada a cambio. Por todo ello, este trikipoteo será para ellos, en su honor”, asevera.

Pero no han sido los únicos en brindar ayuda en ese triste trance. “Todos nuestros socios y amigos se han mostrado dispuestos a colaborar desde el primer día. Además, hemos contado con el apoyo de otras instituciones, tanto de los centros vascos como de instituciones y amigos de Euskal Herria. Siempre decimos que la comunidad vasca es solidaria y la ayuda recibida, de diferentes tipos, ha demostrado que es una realidad”, concluye Anabel.