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La Voz del Pueblo/Tres Arroyos, Argentina. Sus nombres, que cuestan pronunciar, lo dicen todo: Jon Iraola, Ixiar Jauregi, Ainara Saez y Urtzi Agirretxe. Son muy jóvenes y vienen de Euskal Herria, el País Vasco, y pasaron por Tres Arroyos compartiendo en el Centro Vasco Hiru Erreka sus conocimientos del folclore popular de esa nación en aspectos vinculados con la danza y la música y también el idioma.

En primer término, plantearon a este diario sus impresiones de viaje. "Llegamos el 3 de julio debido a un programa que organiza el Centro Vasco de Necochea para que jóvenes vascos vengamos en este caso a enseñar lo que hacemos: nuestro idioma el euskera, nuestras danzas y nuestra música. Una vez acá nos dimos cuenta que eso era lo de menos, que lo que valora la gente de aquí es que, antes la única opción que tenía era saber de sus abuelos y hoy el objetivo que nos une es mantener el contacto y así tener un intercambio cultural muy rico y directo. Lo importante para nosotros es disfrutar de esto que hacemos y queremos tanto", afirmaron.

Al hablar sobre los saberes que traían para dar en este país, comentaron que "para nosotros nuestra danza, la música, el euskera... son cotidiano y como aquí no lo tienen, descubrimos cómo la gente lo valora y eso es un plus mayor, que nos llena de orgullo y responsabilidad".

Aclararon también que "hay que tener en cuenta que la diáspora ésta fue muy particular, porque acá nos damos cuenta que se sienten euskaldunes pero en realidad, por lo menos son sus abuelos los que llegaron a este país y han pasado años y generaciones. Sin embargo el sentimiento por lo vasco está, por lo que desde abuelos a padres han transmitido todo lo cultural, el amor por el país que es tan suyo como nuestro". En este sentido, sostuvieron que "lo que creíamos que veníamos a enseñar en realidad se transformó en un aprendizaje, un ida y vuelta".

Compartieron su análisis sobre la recorrida por centros vascos, sobre lo cual pusieron de manifiesto que "nos hemos dado cuenta que cada uno nace en un lugar, pero no sólo es un sitio físico. Por ejemplo, nací en Argentina y soy argentino, pero más atrás está la cultura de los abuelos y hemos conocido gente que tiene ese hueco sobre su pasado. Entonces no sólo son ideas, son sentimientos que se enlazan".

Por último, destacaron el recibimiento cálido que tuvieron en nuestro país. "Nos hemos acostumbrado a todo esto, pero la verdad cuando llegamos el choque fue fuerte, no sabíamos si estábamos en Euskal Herria o en Argentina, por el conocimiento de nuestra actualidad nacional, de nuestra cultura. Todos cantábamos y eso habla del trabajo por mantener mediante el baile, la música y los libros lo que es nuestra cultura; nos conmovió mucho y nos hizo sentir en casa", concluyeron.

Para reflexionar

El presidente del centro vasco local, Mario Rodríguez Goizueta, manifestó su beneplácito por la visita de estos jóvenes embajadores y puntualizó que "me encanta esto de haber compartido con ellos estas dos jornadas. Pude ver trabajar a estas chicas tan jóvenes en forma muy didáctica dar las clases e interaccionar en otro idioma con los niños más pequeños".

Consideró que "uno se da cuenta que ahí es donde tenemos que apuntar, porque evidentemente si no tocamos las fibras de la juventud... Nosotros como centro tenemos la tendencia a quedarnos con la gente mayor, lo cual no es bueno. Tenemos que abrir las puertas y que sea la lengua, la música, la danza lo que nos va a hacer incorporar gente joven".

(publicado el 11-08-2011 en La Voz del Pueblo)