La orquesta del Conservatorio de Pamplona llenó los auditorios de Yamaguchi y Kawaguchi en su gira japonesa

Gran éxito el obtenido por la orquesta del Conservatorio Pablo Sarasate de Iruña-Pamplona en su recién concluida gira por Japón. La formación navarra llenó los auditoriums de Yamaguchi y Kawaguchi interpretando piezas de Sarasate y Beethoven junto a coros y solistas de las respectivas ciudades. Los 63 alumnos pamploneses convivieron durante su estadía con familias japonesas que preparan ya devolver la visita a la capital navarra, informa Erika Jara en Diario de Noticias.

La gira de la orquesta del Conservatorio Pablo Sarasate por Japón, que concluyó el pasado 4 de agosto, fue un "éxito grandísimo", según la vicedirectora del grupo musical, Salud Bueno, quien añade que "el alto nivel de los alumnos se ha consolidado en los últimos cuatro años".

La formación acudió al país nipón con motivo de la celebración del XV aniversario del auditorio de Lilia, invitada por el Kawaguchi World Festival 2005. Buena prueba del éxito cosechado fue la casi totalidad de entradas vendidas en los dos auditorios donde actuaron; Yamaguchi, con un aforo de 2.000 personas y Kawaguchi, con espacio para 1.300. En ambas interpretaron las obras Aires bohemios, de Pablo Sarasate con Javier Aznárez en el papel de solista, y la Novena Sinfonía de Bethoveen en cuyo último tiempo intervinieron coros y solistas de las respectivas ciudades.

Excelente respuesta musical de la orquesta

"Es sabido que la Novena Sinfonía entraña una dificultad muy grande incluso para las orquestas profesionales, así que para una de alumnos era mucho más complicado". Sin embargo, afirma que, "lejos de echarse atrás, los alumnos se crecieron y la interpretaron incluso mejor que en los ensayos". Esta obra ofreció los mejores momentos de los dos conciertos ya que, "al margen de la gran emoción que suponía para los estudiantes tocar una obra tan difícil ante un público tan grande, el último tiempo de la pieza es el Himno de la alegría, que tanto japoneses como navarros interpretaron como un llamamiento a la unidad y a la hermandad de los pueblos".

Tras la primera actuación, el director tuvo que salir a saludar cinco veces "porque el público no paraba de aplaudir, ¡y eso que nos habían avisado de que el público japonés aplaudía poco!", señala Bueno. Además, Javier Aznárez vio con sorpresa como multitud de componentes del público le pedían autógrafos a la salida y se fotografiaban con él. "Creo que el pueblo japonés es de admirar por entender una música tan diferente a la nuestra y por tener una capacidad de apertura de mente tan grande. Aprendimos mucho de ellos".

Colaboración de las instituciones en el viaje

Salud Bueno, que ostentaba el cargo de directora del Conservatorio cuando se organizó el viaje, comenta que, "al haber planeado esta visita en la gestión anterior, le dije al director que fuese sin ningún problema. Él me dijo que yo tenía que ir sin discusión, así que lo hice. Visto el éxito de la expedición, creo que ha sido un broche de oro para dejar la dirección".

El coste del viaje de los 63 alumnos, la vicedirectora Salud Bueno, Nekane Iturroz, miembro del equipo directivo y el director de orquesta Jesús Echeverría ascendió a los 80.000 euros. El Conservatorio buscó subvenciones desde el primer momento y trató de reducir el mayor número de gastos posible. Del coste final, 35.000 euros fueron aportados por el Gobierno de Navarra, 9.000 por el Ayuntamiento de Pamplona y 600 por la Cámara de Comercio de Navarra. Según Bueno, "con esto pudo cubrirse el gasto más grande; los billetes de avión hasta Japón".

Alojamiento en familias

El alojamiento no conformó una partida desde el momento en que familias niponas se ofrecieron para albergar en sus hogares tanto a alumnos como a profesores. Tan sólo pasaron una noche en una residencia. No fue la única ayuda de los anfitriones, que, además, corrieron con el gasto del vuelo interno entre Yamaguchi y Kawaguchi. De esta forma, los estudiantes sólo tuvieron que aportar 210 euros cada uno, "una cantidad muy asequible si pensamos en las condiciones óptimas en que realizamos toda la visita". Salud Bueno reconocía que "siempre he sido muy crítica con el Gobierno de Navarra, pero tengo que reconocer que si no nos llega a prestar esta ayuda, no hubiésemos podido ir".

Nada más pisar Japón "nos pilló un terremoto", cuenta Bueno, "al que los nipones no dieron importancia. Yo me fijé en que, a pesar de la sacudida, los muebles no se movieron. Luego supe que los fijan al techo y al suelo".

Amabilidad nipona

Tras la primera sorpresa, llegó la segunda: la gran amabilidad de los japoneses. Desde el primer momento, cuando los alumnos fueron asignados en el auditorio a las diferentes familias, los navarros observaron cómo los nipones les regalaban dibujos de bienvenida de los más pequeños de la casa o collares hechos por ellos. "Se sentían orgullosísimos de tenernos en sus casas y nos agradecían constantemente el estar con ellos. Venían a los ensayos, nos despedían, se hacían mil fotos con nosotros y corrían a revelarlas para poder regalárnoslas".

Cuando llegó el adiós, muchos de ellos lloraron. Bueno apunta "que nosotros no estamos acostumbrados a dar todo por nada y ellos sí lo hacen. Sin ir más lejos, en el auditorio de Lilia había un orgulloso voluntariado que atendía a los músicos en todo momento sin cobrar un duro". Lo mejor de este viaje, destaca Bueno, "fue la vivencia con el pueblo japonés".

(publicado el 12-08-2005 en Diario de Noticias de Navarra)

Enlaces relacionados

Página web del Conservatorio Pablo Sarasate de Pamplona
En www.pnte.cfnavarra.es/~cmpablos

Página web dedicada a la figura del genial violinista
www.pablosarasate.com

Sarasate interpretado por Eduardo H. Asiaín (doble CD)
Adquisición por internet, en basque-media.com

Visión subjetiva de la respiración musical de los músicos vascos
Por Zuriñe Gerenabarrena en Euskonews

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