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Elizondo, Navarra. Hasta el 15 de mayo puede visitarse en la casa Arizkunenea de Elizondo la exposición 'Adela Bazo, pintora de la emigración navarra en Argentina'. Es una muestra impulsada por el Gobierno de Navarra "con el objetivo de promocionar y dar a conocer la riqueza cultural y artística de la Comunidad Foral y estrechar lazos con la comunidad navarra emigrante", residente en su mayoría en Argentina, Chile y EEUU. La exposición comenzó su recorrido el pasado mes de octubre en Cascante, localidad natal de la artista y finalizará el 31 de mayo en Corella.

La muestra ha sido comisariada por Crisanto Ayanz, presidente del Centro Navarro de Buenos Aires, del que también formó parte Adela Bazo. La preparación de la muestra llevó a la restauración de 30 lienzos de los cien que posee el Museo de Navarra. Se ha editado un catálogo con los lienzos de la muestra, en el que han colaborado el historiador Carlos Olivera Avellaneda y el artista Andrés Waissman, ambos argentinos y conocedores de la obra de la pintora navarra. Para quienes no puedan visitar en directo la exposición en su recorrido por diversas localidades navarras, se ha creado una completa micro-web dedicada a la artista y su obra en el portal del Gobierno de Navarra.  

De Cascante a Buenos Aires

Adela Bazo Adela Bazo y Cunchillos nació el 20 de febrero de 1905 en Cascante (Navarra), aunque al de unos años su familia se trasladó a Madrid. Adela estudió Ciencias Exactas en la Universidad Central y ejerció de profesora de Matemáticas en el madrileño Instituto Lope de Vega. Sin embargo, su vocación artística se manifestó a una edad temprana: sus primeros lienzos catalogados datan de 1930, y en 1944 la Real Academia de Bellas Artes le otorgó la prestigiosa beca Conde de Cartagena, que le permitió ampliar estudios en el extranjero. Un año más tarde consiguió la tercera medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes con su obra "Paisaje gallego". Los paisajes, singularmente rurales y portuarios, constituirán el género pictórico más frecuentado en su obra, aunque también realizó numerosos retratos, bodegones y estampas religiosas.

En 1948 se trasladó a Buenos Aires, donde vivía su hermano Manolo y donde su tío Antonio Cunchillos les había dejado una herencia. En Argentina se dedicó plenamente al oficio de creadora plástica y a dar clases particulares de pintura. En este periodo pintó numerosos paisajes de la ciudad de Mar del Plata y del barrio bonaerense de La Boca, que constituyen el núcleo más característico de su obra, así como retratos de diplomáticos españoles en Argentina y Uruguay, que le dieron la oportunidad de ser expositora invitada de la II Bienal Hispano Americana de los Países del Caribe y miembro del Consejo Académico del Instituto Argentino-Hispánico. Falleció en Buenos Aires en 1989.

Entre 1949 y 1979, Adela Bazo realizó una docena de exposiciones en Buenos Aires y Montevideo y su obra está presente en colecciones de Canadá, Estados Unidos, Colombia, Venezuela, Uruguay, Portugal, Argentina, España, Francia, Italia, Noruega, Dinamarca, Portugal, Alemania y Reino Unido.