Sara Huarte, Iñaki Porto/Iruña-Pamplona. Hace más de 20 años que Keiko Suzuki abandonó su Nagoya (Japón) natal para venir a Navarra a estudiar. Su objetivo era la Universidad de Navarra, en donde cursó un año entero de Filología Hispánica. Hoy en día está afincada en Pamplona, tiene dos hijas y habla euskera con fluidez. Un idioma que, en parte, aprendió para poder disfrutar de una de sus mayores aficiones, los partidos de pelota que retransmiten en la ETB. Además, desde hace 15 años, es profesora de japonés en la Escuela de Idiomas de Pamplona.
“Entre mis alumnos no hay un perfil concreto. Hay algunos que se apuntaron porque estaban interesados en la cultura, otros por motivos de trabajo e incluso gente que ya domina otros idiomas y quiere seguir aprendiendo”, comenta Keiko con una sonrisa. A raíz del descenso del valor del yen (la moneda japonesa), se ha producido un curioso fenómeno. Hay gente que aprovecha la situación para viajar allá y se apunta a clases porque quiere tener algunas nociones básicas de japonés para poder desenvolverse en el país nipón. O el caso contrario, personas que ya han estado allá y se han interesado tanto por la cultura nipona que han decidido aprender el idioma.
Por el momento, hay unos 70 navarros, entre los alumnos inscritos en la EOIP y los del club de conversación, inmersos en el aprendizaje de esta lengua.
Según explica Keiko, aprender japonés no es más difícil que aprender cualquier otro idioma, aunque “hay que acostumbrarse a las nuevas grafías, porque en otros idiomas que tienen el mismo alfabeto se ahorra tiempo”. Respecto a la pronunciación, “no hay problema, porque es como en castellano. Se pronuncia como se lee y solo hay cinco vocales”.
CULTURA Una parte importante de las clases que imparte Keiko es la cultura japonesa. “Es inevitable hablar de la cultura en clase. Al igual que es inevitable que no se hable de Halloween en una clase de inglés”, apunta Keiko. Además, la cultura nipona está presente en muchos aspectos de la vida occidental, como por ejemplo en los dibujos animados, los cómics o los restaurantes de sushi, que cada vez tienen más éxito en Pamplona. “Hay mucha gente que se acuerda de los dibujos animados que veía cuando era pequeño y ahora se han interesado más y han venido a aprender el idioma” señala.
No obstante, hay más formas de acercarse a la cultura japonesa. Como por ejemplo, las jornadas culturales que organiza la Escuela de Idiomas de Pamplona o los eventos que se organizan en Pamplona en torno a este tema. “En la edición del año pasado tuvimos exhibiciones de artes marciales, judo, una conferencia sobre Shamisen, una especie de guitarra japonesa, e incluso una prueba de kimonos”, recuerda Keiko.
También se organizan otro tipo de eventos como un festival sobre animación japonesa que, desde hace unos años, tiene lugar en el Planetario de Pamplona y los cines Golem Yamaguchi. Este acto está organizado por un antiguo alumno de Keiko, a quien la profesora agradece su dedicación en la difusión de la cultura japonesa.
(publicado el 11-11-2015 en Diario de Noticias de Navarra)