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Viedma, Argentina. La Dirección Nacional de Migraciones de la República Argentina, Delegación Viedma, distinguió a la Hermana Coca y el Padre Eslava por "su aporte al crecimiento del país y su contribución a la pluralidad cultural", en al transcurso de un acto oficial de homenaje a 'inmigrantes destacados' celebrado en el Centro Municipal de Cultura de la ciudad rionegrina con ocasión del Día del Inmigrante. Se trata de dos personas muy queridas en la comunidad, "que hace muchos años que forman parte de la vida de la ciudad", destacaron. 

La salesiana María del Carmen Coca Isusi, más conocida como la Hermana Coca, nació en Bilbao (Bizkaia) en 1939, y siendo muy joven ingresó a la congregación de María Auxiliadora. Impulsada por su vocación misionera, en 1962, llegó a la Argentina y se estableció en Neuquén. Durante muchos años se desempeñó como docente en el Colegio María Auxiliadora de la Patagonia. Hoy, con sus 88 años de edad y 60 en el país, reside en la Casa de Salud, del I.M.A. (Instituto María Auxiliadora), de Viedma. 

Por su parte, el padre Javier María Ramón Eslava Laurnagaray, oriundo de Pamplona (Navarra), llegó a la Argentina en 1975 con 29 años de edad, como misionero salesiano. Durante todos estos años ha desarrollado su actividad en distintas localidades patagónicas: Comodoro Rivadavia, Trelew, Neuquén, General Roca y Viedma, donde actualmente reside y trabaja. 

Tanto la Hermana Coca como el Padre Eslava, llevan toda una vida lejos de su tierra natal dedicados a su vocación misionera. Aunque no olvidan sus orígenes vascos y participan de las actividades del Centro Vasco Aberri Etxea de Viedma-Patagones cada vez que sus tareas lo permiten, señalaron a EuskalKultura.eus desde la euskal etxea que preside Rocío Basterra.

Zorionak!