La fascinante vida de Iman Lizarazu: malabarista, titiritera, fotógrafa, activista contra la guerra y astrofísica

Si cada persona tiene algo especial y, a su modo, todo el mundo es único, en el caso de Iman Lizarazu habría que saltarse las reglas gramáticales y la definición misma de la palabra, para decir que ella es aún 'más única'. Nacida y criada en Euskal Herria en una familia de viticultores, Lizarazu creció en Moscú --donde su padre dirigía el Ballet Bolshoi--, estudió arte en Berlín, aprendió mimo en París con el mítico Marcel Marceau y... obtuvó un doctorado en Astrofísica en el Instituto Max Planck de Munich. El periodista Wallace Bain nos acerca a esta fascinante mujer en el siguiente artículo que resumimos del diario Santa Cruz Sentinel.

Iman Lizarazu, vive actualmente en Santa Cruz, California, y es fotográfa, artista conceptual, pintora y titiritera. Habla euskera, inglés, francés, ruso y alemán. Estudia artes circenses, flamenco y baile. Ha actuado por todo el mundo, tanto en escenarios convencionales y en festivales, como en --por ejemplo-- campos de refugiados. 'Simplemente me aburrí de hacer siempre lo mismo', cuenta.

Esta mujer de 40 años actúa como malabarista y como payaso, aunque su repertorio abarca desde el circo a la comedia del arte. Ciertamente, un giro radical de los estudios que cursó en el mundo de la física. 'Adoro la astrofísica, pero estaba muy relacionada con el mundo militar. Y eso no me gustaba nada. Así que comencé a estudiar arte y me inscribí en la Academia de Arte de Dresden'.

Allí comenzó una carrera que la ha llevado por todo el mundo, colaborando con la organización Payasos Sin Fronteras, que ofrece representaciones en campos de refugiados de varios continentes. En California, Lizarazu es conocida sobre todo por sus trabajos como pintora, fotógrafa y artista multimedia.

Polémica exposición

En el año 2003, con la invasión de Irak, Lizarazu se vió envuelta en una agria polémica debido a una impactante exposicición en contra de la guerra. Algunas de sus instalaciones utilizaban materiales chocantes, como bolsas para guardar cadáveres, algunas de tamaño infantil.

Lizarazu cree que los norteamericanos son demasiado ingenuos y complacientes en cuanto a los horrores del mundo fuera de sus fronteras, especialmente en lo referente a la guerra y el terrorismo. 'El terrorismo es un tema omnipresente en mi país', dice. 'Después del 11 de Septiembre los americanos vivieron un shock tremendo, porque nunca habían sufrido algo así directamente. Mi opinión es que no importa en qué sistema vivas o de que lado estés, qué haces o dónde vas... la guerra y el terrorismo son malos, y hay que oponerse a ellos. Punto'.

Payasos con mensaje

Durante la polémica exhibición, algunos visitantes le dejaron mensajes críticos. 'Creo que es importante decir algo con tu arte. No creo en ningún tipo de violencia', opina ella. En sus actuaciones como clown, Lizarazu evita los mensajes políticos tan directos, pero niega que el arte de los payasos deba ser sólo para niños y no tener carácter social. 'Cuando subo al escenario quiero aprender de mi público y ser 'tocada' por ellos. Al mismo tiempo quiero que mi actuación los 'toque'', explica.

'Mi filosofía de la vida es devorar conocimiento', dice la payaso/pintora/fotógrafa/malabarista/astrofísica. 'Devorarlo. Todo lo que ofrezca la vida, tomarlo. El conocimiento, la belleza, devorarlo. Estudiar tanto como me sea posible, y utilizar lo que aprenda para hacer pequeñas cosas buenas en este mundo'.

Enlaces relacionados

'One of a Kind: clown/juggler/artist Iman Lizarazu'
En www.santacruzsentinel.com

Payasos sin Fronteras, en Estados Unidos
En www.clownswithoutborders.org

euskalkultura.eus

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