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En 1945 una unidad de gudaris vascos, el batallón Gernika, participó en la Batalla de Pointe de Grave, en Aquitania, dentro de la campaña de liberación de la Francia ocupada por los nazis. El pasado sábado, en el 70 aniversario de la batalla, un homenaje recordó a los gudaris que fallecieron en este enfrentamiento. La Euskal Etxea de Burdeos estuvo presente, junto a una delegación del Gobierno Vasco encabezada por el Lehendakari.

Burdeos, Francia. Una amplia delegación vasca, encabezada por el lehendakari Iñigo Urkullu, participó el pasado sábado en el homenaje a los gudaris vascos que participaron en la Batalla de Pointe de Grave, con el Batallón Gernika. Esta batalla, que tuvo lugar en 1945, fue una de las últimas de la II Guerra Mundial.

El batallón Gernika, creado por el Gobierno Vasco en el exilio del lehendakari Aguirre, ayudó a las fuerzas aliadas durante la liberación de la Francia ocupada por los nazis. En la batalla de Pointe de Grave y en el frente del Médoc cayeron cinco gudaris vascos --Juan José Jausoro Sasia, Félix Iglesias Mina, Antton Lizarralde Garamendi, Antón Mugica Arrizabalaga y Prudencio Orbiz Uranga-- que fueron homenajeados en el acto, junto al resto de fallecidos.

Las batallas del frente del Médoc para desalojar a los nazis fueron muy duras y tras la guerra el Batallón Gernika fue cubierto de honores, siendo saludada militarmente la ikurriña por el general De Gaulle en persona.

Entre los participantes estuvo Francisco Pérez Luzarrreta, el único superviviente de los gudaris que formaron aquel batallón. David Mugica, presidente de la Euskal Etxea de Burdeos, tuvo la oportunidad de charlar con él, acompañado de Amaia Ordoki, hija de Kepa Ordoki, comandante del Batallón Gernika. La representación de la euskal etxea bordelesa estuvo compuesta por Louisette Recarte, Yvon Laxalde, Jean Jacques Hourcade y David Mugica.

El lehendakari Urkullu se mostró “orgulloso” de la aportación vasca en la lucha contra las “tiranías” de Hitler y Franco y apeló a la necesidad de una política pública de Memoria que “ponga luz” sobre las vulneraciones de derechos humanos y el sufrimiento que causan las guerras. Después, acompañado del presidente aquitano, Alain Rousset, plantó un retoño del árbol de Gernika.

La Euskal Etxea de Burdeos ha publicado un álbum de fotos del homenaje en su página de Facebook, donde también pueden verse varios vídeos.