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Cnel. Vidal, Argentina. 'La historia de la Escuela Agropecuaria de Coronel Vidal, Partido de Mar Chiquita, es parte de la historia de los ideales vascos en las tierras bonaerenses', explican los miembros del joven centro vasco Izatez Harro de esta localidad. 'Como sabemos, gran cantidad de ellos llegaron de Euskal Herria con la promesa de prosperidad que brindaban las nuevas tierras a cambio del trabajo, actividad que los vascos muy bien sabían realizar'.

Gerónimo de Eceiza Urrutume e Irarzabal Pagola dejó su pequeño pueblo natal de Albistur, en Gipuzkoa, en 1740. Al llegar a destino, y en una práctica frecuente de aquellas épocas, su apellido fue cambiado y el Eceiza de su familia pasó a ser Ezeyza. En 1767 Don Gerónimo Ezeyza contrajo nupcias con la nieta del alcalde de Buenos Aires, Pedro de Barragán, dando vida a una gran familia y a múltiples historias que sobreviven al tiempo.

La amplia descendencia de Gerónimo se fue distribuyendo por el mapa del Virreinato del Río de la Plata luchando en varias ocasiones por la independencia de lo que luego sería Argentina. Por este motivo, su apellido es significativo y recordado en tantos lugares de este extenso país.

El nacimiento de la patria y de la escuela en una misma dirección

Después de la Revolución de Mayo, el gobierno naciente impulsó la ampliación de las fronteras hacia el sur (recordemos que en ese entonces no se extendían mucho más allá de la provincia de Buenos Aires). En 1815, José Agustín María Ezeyza tomó posesión de las 96 leguas castellanas (168.576 Ha) que el gobernador intendente de la provincia de Buenos Aires, Manuel Oliden, le otorgó. En aquel momento las tierras no eran más que lo que algún día podían llegar a producir. El paisaje, sin embargo, fue cambiando con los años. La cría de ovejas y vacas, y la forestación con especies traídas del exterior tuvo mucho que ver con el cambio. En esas tierras inhóspitas nacería "El Durazno", primer establecimiento agropecuario y primer asentamiento poblacional en lo que sería el Partido de Mar Chiquita.

Mientras tanto, el apellido Ezeyza fue distribuyéndose por la zona, no sólo como terratenientes y productores agropecuarios, sino también en el campo de la justicia y la política. De hecho, en enero de 1891 se creó la primera municipalidad del Partido de Mar Chiquita, que tuvo como intendente a Eduardo L. Ezeyza.

Un sueño de muchos realizado por dos vascos 

A fines del siglo XIX, aquella visión que unía el progreso a la producción de la tierra ya era un hecho que ponía en evidencia, a su vez, una necesidad: la de contar con gente capacitada para realizar esas tareas. Poco a poco en diversos puntos de la geografía pampeana comenzaron a florecer establecimientos educativos en los que se impartía enseñanza sobre producción rural. En el Partido de Mar Chiquita fue Manuel José Ezeyza quien, tratando de cumplir un sueño de su padre, hizo realidad el anhelo compartido por todos. Don Nicanor Ezeyza, padre de Manuel, deseaba dejar un legado perdurable en la tierra que le cobijara a él y a su descendencia. Atendiendo a este deseo, Manuel le propuso crear una escuela agropecuaria que brindara a los jóvenes de su pueblo la posibilidad de tener un futuro mejor. Nicanor, sabiéndose ya enfermo, estuvo de acuerdo con la idea y dispuso para su creación todos los bienes que fueran necesarios.

Llegó el momento de encontrar el lugar adecuado para las instalaciones de la escuela y así fue que dieron con otra descendiente de vascos, la señorita Victoria Aguirre. Ésta no sólo accedió a vender las tierras sino que donó el dinero recibido para colaborar con la puesta en marcha de la nueva casa de estudios. En el año 1910 y durante los festejos del Centenario Patrio, abría sus cursos la Escuela Agropecuaria Nicanor Ezeyza. Don Nicanor murió unos meses después, con la satisfacción de haber cumplido su sueño: dejar un legado que perdurara en el tiempo y que fuera de beneficio para la sociedad.

'Como podemos ver, la centenaria Escuela Agropecuaria del Partido de Mar Chiquita nace literalmente de las manos de dos descendientes de vascos', cuentan orgullosos los socios de la euskal etxea de Mar Chiquita. 'Dos descendientes vascos que deseaban prosperidad y un futuro mejor para los jóvenes. Recordar esta historia y contarla es una manera de rendirles un merecido homenaje'.

Otros legados de la familia Ezeiza

Continuando con la familia Ezeiza, señalemos a nuestros lectores que el Aeropuerto Internacional de Ezeiza fue construido en tierras de otro de los descendientes del gipuzkoano Gerónimo de Eceiza Urrutume e Irarzabal Pagola. José María Ezeyza se instaló en tierras cercanas a lo que luego sería la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en lo que actualmente es el partido de Ezeiza. El aeropuerto fue inaugurado oficialmente durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón.