Zarautz, Gipuzkoa. La empresa zarauztarra Larraioz Elektronika llevó a cabo una vez más, en noviembre, y luego de tres años de parón por la pandemia, su Programa de Capacitación Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Industria Mecatrónica. El programa nace de un acuerdo de cooperación con el Instituto Industrial Luis A. Huergo de la Ciudad de Buenos Aires y consiste en que un grupo de jóvenes del citado Instituto seleccionados por sus aptitudes viaje a las instalaciones de la empresa y reciba formación teórica y práctica en automatización, mecatrónica y robótica, temas que Larraioz Elektronika desarrolla de manera innovadora.
El fundador de la empresa, Bittor Larraioz Aristeguieta, nació en Buenos Aires en el seno de una familia que tuvo que abandonar el país durante la Guerra Civil y realizó su primer viaje a Euskal Herria en la década del 80, manteniendo un fuerte vínculo con la diáspora. Así se han tejido los destinos de esta empresa familiar, que bautizó al edificio que la alberga con el nombre de Francisco Aristeguieta, hermano de la madre de Bittor, un científico que dedicó su vida a la educación de los jóvenes, impulsor de la creación de la Universidad Tecnológica Nacional de Buenos Aires y catedrático del Instituto Luis A. Huergo.
Puente vasco-argentino
El programa de este año tuvo como protagonistas a 8 jóvenes porteños del Instituto Huergo: Juan Cruz, Milena, Gonzalo, Thiago, Adriel, Ariana, Nacho y Mateo. El propósito: acercar las tecnologías reales y punteras que se utilizan en la actualidad, en esta oportunidad aprendiendo a programar y utilizar robots de Kawasaki e IAI, y desarrollar entornos de trabajo con Codesys. “El programa está desarrollado para que ejerciten la mente. Para ello, cada día se les pone a prueba con diferentes ejercicios teórico-prácticos con cada una de las tecnologías para enseñarles a trabajar tanto en equipo como individualmente hasta resolver los ejercicios”, explica a EuskalKultura.eus Elixabete López Segura, técnica de marketing y comunicación de Larraioz Elektronika.
En su evaluación de lo vivido, los jóvenes agradecen esta experiencia tan enriquecedora y tan estimulante, una nueva manera de pensar y de aprender. Por su parte, los responsables del proyecto están satisfechos con el trabajo realizado, y felices de poder contribuir a que estas jóvenes promesas argentinas puedan definir o tener más clara a través de esta iniciativa vasco-argentina la línea a seguir en su porvenir profesional. Zorionak guztiei, felicitaciones a todos!