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La empresa vasca Inkoa impulsa el desarrollo rural en China, Perú, Brasil, Argentina y Euskal Herria. Entrevista sobre ello con Itziar Unzueta. Las empresas vascas duplicarán su presencia en China en el próximo bienio (en Gara)

11/07/2004

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Itziar Unzueta, directora general del grupo Inkoa:
'Dirigimos por internet los invernaderos en China'


El grupo Inkoa lo conforman cinco empresas: Inkoa, que es la matriz; Ekotek, que se dedica a soluciones medioambientales; Sustalde Fundazioa, organización sin animo de lucro para promover el desarrollo rural sostenible; Agroaldea, que trata de incorporar la tecnología al medio rural; y Track, dedicada a la gestión de industrias alimentarias. Itziar Unzueta es la directora general y recuerda que es una ingeniería y consultoría especializada en el sector agroalimentario, «que aporta soluciones integrales e innovadoras con tecnología propia avanzada contribuyendo al desarrollo sostenible del sector». Trabajan mucho en China, Perú, Brasil y Argentina. Con la potencia oriental han logrado un buen entendimiento, porque Unzueta considera que «el carácter emprendedor y dialogante de los vascos conecta muy bien. Al final haces amistad con ese pueblo, sin duda».

­¿Desde cuándo trabajan en China? y ¿cómo les va?

Desde 1998. En 2002 abrimos una sucursal en Shanghai. Un año antes fui con un proyecto del Gobierno vasco porque había un proyecto de la UE que apoyaba la reforestación de la provincia de Hubei, porque cuando se desbordaba el río Yangstsé las inundaciones se llevaban la masa forestal. A raíz de ese primer paso, entramos en ese mercado de China que es muy interesante. Tenemos varios proyectos de invernaderos hasta la cadena de producción de envasado, conservación y logística, incluso les asesoramos en infraestructuras. Controlamos los invernaderos por internet. Se trata de impulsar el desarrollo rural, porque además de la tecnología propia de Inkoa, les formamos y asesoramos para que puedan desarrollarse en el medio rural.

­¿Cómo se tomaron los chinos ese sistema de control?

No hace falta ir a China para encontrar desconfianza con la tecnología. En el año 1990 en Butron (Bizkaia) un ingeniero agrónomo desconectaba todos los sistemas eléctricos porque no se fiaba. Eso no nos pasó en China. El control es muy seguro y hemos desarrollado una tecnología puntera. Hay que darse cuenta que tenemos invernaderos en el norte y en el sur, donde la variación de temperaturas pasa de menos 25 grados centígrados a 37 grados por encima. Un fallo en el control puede hacer perder la cosecha. No hemos tenido contratiempos en nuestro control desde Barakaldo.

­¿Es una potencia con mucho futuro que desarrollar?

Sin duda. En este momento dicen que entre un 15% y un 20% de la población cuenta con un poder adquisitivo similar al europeo. Son 250 millones de personas que están empezando a consumir, pero al estilo americano. No miran hacia Europa, sino hacia Norteamérica. Ese consumismo les hace que exijan calidad.

­¿Cuántos empleados tiene Inkoa en este momento?

Somos 35 ingenieros, más 5 en la oficina de Shanghai y otros 2 más en la de Beijing. No obstante ésa es la plantilla base, porque según los proyectos que acometamos subcontratamos, y en China pueden estar trabajando 80 ó 90 personas. También en Brasil.

­¿China es vuestro principal mercado internacional?

En el mercado internacional trabajamos en varios lugares. China a nada que tira, tira bastante. Tenemos ya cuatro proyectos otorgados este año por valor de 3,5 millones de dólares cada uno. Son de maduración lenta. También estamos en Brasil, Perú o Argentina. En realidad, tenemos ya 75 proyectos presentados en China. Van saliendo poco a poco, pero nos va muy bien.

­¿Qué facturación esperan para el actual ejercicio?

El 70% de la misma será de los proyectos de China. Sabemos que es un factor coyuntural, porque depende de la adjudicación de los proyectos. Fuera de China facturamos unos seis millones anuales. Con los chinos llegaremos hasta los 18 millones, aunque los proyectos con ese país tardan entre seis y siete meses en facturar.

­¿Qué trabajos innovadores está realizando Inkoa?

Estamos con la trazabilidad en base a la identificación electrónica del ganado. Con unos chips podemos controlar la vida de una animal para saber su evolución. Comenzamos hace años con el proyecto y lo hemos mejorado para controlarlo por internet. A partir de 2005 será necesario que todo el ganado tenga estos chips en la UE. También trabajamos con el desarrollo de biosensores.


LAS EMPRESAS VASCAS DUPLICARÁN SU PRESENCIA EN CHINA EN EL PRÓXIMO BIENIO

[MCC encabeza la representacion; en el pais asiatico se han implantado 33 empresas vascas, la mayoria pymes, de las que nueve tienen plantas productivas en esa gran potencia mundial]

Las empresas vascas duplicarán su presencia y los intercambios comerciales con China en los dos próximos años. El Grupo Mondragón Corporación Cooperativa (Irizar, Fagor, Orbea, Orkli, Poyam) entró en ese gigante de la economía mundial hace años, lo mismo que empresas pequeñas como el grupo Inkoa. Otras están ya preparando su desembarco como Gamesa y Cie Automotive. En total son 33 las compañías vascas presentes de forma directa en China, aunque sólo nueve de ellas tienen plantas productivas. Durante 2004 se espera que se abran cinco nuevas fábricas.

Juanjo Basterra/Bilbo. China cuenta con 1.300 millones de habitantes. Se espera que en 2.020 la población laboral alcance los 1.000 millones de personas entre 18 y 64 años, mientras que en la Unión Europea la población laboral no sobrepasará los 280 millones.

Todavía no ha alcanzado su pleno desarrollo económico, pero el importante crecimiento que ha logrado en los últimos cinco años ha hecho tambalear las estructuras comerciales clásicas establecidas entre los países más importantes de la Unión Europea, con Alemania a la cabeza, Estados Unidos y Japón. El año pasado China desplazó a Estados Unidos en la captación de inversión extranjera con 53.000 millones de dólares. Las multinacionales, sobre todo, entran en ese mercado, aún por explotar, para controlar desde dentro hacia donde se desenvuelve ese enorme potencial económico. Nadie quiere estar alejado de ese proceso y las compañías multinacionales «han invertido grandes cantidades para poder instalarse con el fin de reducir sus costes de producción y aprovechar las oportunidades que ofrece», indica la Organización Mundial del Comercio.

Las empresas vascas no se encuentran alejadas de esa posición que busca «producir a coste chino, lo que significa precios bajos, pero vender a precios occidentales». La sociedad SPRI (Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial) ha apoyado la implantación en China de 21 pequeñas y medianas empresas durante el último año a través de la oficina que tiene instalada en Shanghai, que desde mayo de 2003 está abierta.

Más de una treintena de empresas vascas

En la actualidad existen 33 compañías vascas presentes de forma directa en China, si bien sólo nueve de ellas tienen plantas productivas. Casi la totalidad pertenecen al grupo MCC. Durante este año se pondrán en marcha cinco nuevas plantas. Los sectores con mayor presencia en China son los de automoción, máquina-herramienta, electrodomésticos, acero especial, componentes electrónicos y bienes de equipo.

El viceconsejero de Política Industrial del Gobierno Vasco, Iñaki Telletxea, recordó recientemente la importancia de la economía china y manifestó que los intercambios comerciales a China crecieron en un 11% desde Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Desde el Gobierno de Nafarroa también se está impulsado la implantación en aquel país. Se trata, sin duda de que las empresas se acerquen allí donde «la capacidad de producción es posible y permite hacerlo a costes bajos, para no tener comprometida la viabilidad del conjunto de la sociedad», explicaron desde la sociedad pública navarra Sodena.

Durante este bienio se espera que las empresas vascas dupliquen su presencia en China. Algunas importantes sociedades como Gamesa o Cie Automotive mantienen entre sus planes la posibilidad de alcanzar acuerdos comerciales para instalarse en ese país de fuerte crecimiento. Desde la experiencia de Inkoa, por ejemplo, se reconoce que la presencia de las multinacionales en China en muchas ocasiones no se debe a que pretenden producir a unos costes más bajos, sino que tienen que mantener un control de lo que está ocurriendo en esa potencia económica emergente, sobre la que nadie sabe qué pasará en el futuro.

El banco de inversión estadounidense J.P. Morgan reconoce que «desde 1980, China ha crecido más rápidamente que cualquier otro país en la historia». El Area de Estudios y Análisis del Consejo Económico y Social (CES) español indica al respecto que ese gigante asiático «lleva dos décadas de crecimiento. En 2003, creció un 9,1%, mientras que en el primer trimestre de 2004 se ha elevado al 9,9%, muy superior a las previsiones para todo el año». J. P. Morgan no tiene dudas en expresar que la contribución china a las economías asiáticas y global es «impresionante» porque representa el 55% de las exportaciones.

«El desarrollo económico rápido y un crecimiento más rápido del ahorro y de la inversión han realzado el poder económico de China», explica el banco inversor. En apenas dos años, se ha convertido en la gran fábrica manufacturera del mundo globalizado. Los diferentes expertos económicos reconocen que se ha producido «un redireccionamiento del comercio internacional», porque si hace unos años el resto de Asia (Japón, Corea e India) exportaban directamente a Estados Unidos y Europa, en la actualidad primero se exportan a China donde se ensamblan y se reexportan a su destino final.

Tercer importador en el comercio mundial

Un informe de la OMC del pasado mes de abril reconocía que ese inmenso país asiático ha escalado hasta la tercera posición como importador en el comercio mundial, sólo por detrás de Estados Unidos y Alemania. En 2002, China ocupaba el sexto lugar entre los importadores mundiales. Hay que tener en cuenta que sus importaciones crecieron el año pasado un 40%, mientras que sus exportaciones lo hicieron en un 35%. China está sirviendo de motor económico para Asia, pero también está haciendo despertar a la economía sudamericana, sobre todo la brasileña, aunque también se teme que las inversiones extranjeras se desplacen.

El dinamismo chino está provocando un encarecimiento de las materias primas, por el nivel de absorción que tiene. China consumió el año pasado el 40% del cemento utilizado en todo el mundo; un 31% del carbón; más de un 7% del petróleo y un 36% del acero. Sin embargo, la economía asiática sólo representa, por el momento, el 4% de la riqueza mundial.

Los expertos consideran que la elevada demanda china está detrás del espectacular aumento del precio de las materias primas, que en el primer trimestre de 2004 provocaron un problema importante para algunas empresas.

Desde hace cinco años, el gobierno chino sostiene una estrategia que se ha denominado de «vigorización del comercio mediante la ciencia y la tecnología». Entre las medidas directas se encuentran el fomento a la exportación y el impulso de los seguros de crédito a la exportación «que concuerdan con las reglas fijadas por la OMC» a fin de ayudar a las empresas chinas en su desarrollo en el mercado internacional.

El año pasado, el Eximbank of China concedió créditos por más de 30.000 millones de dólares en apoyo a la exportación de artículos mecánicos y eléctricos y de productos de alta y nueva tecnología. En los diez últimos años los créditos de apoyo sumaron un total de 131.600 millones de dólares.

Otro dato importante del dinamismo comercial chino fue que la cantidad asegurada por la Compañía de Seguros de Crédito de China sobrepasó los 5.700 millones de dólares, un incremento de 108% y la cantidad asegurada de 32 proyectos de seguros de crédito a la exportación a mediano o largo plazo superó los 1.300 millones de dólares, un aumento de cerca de 46%. En 2003 fueron más de 110.000 millones de dólares.

Fabrica el 70% de las fotocopiadoras del mundo

La producción china es ya muy importante. Los últimos datos indican que en ese país se fabrica el 70% de todas las fotocopiadoras del mundo. Se estima que en el año 2010 fabricará el 50% de todos los productos textiles de la tierra y en el año 2020 será el segundo productor y primer exportador mundial de una amplia gama de productos de alto valor añadido, que va desde la electrónica, a componentes del sector del automóvil pasando por la máquina-herramienta. Hasta el 2005, China destinará un billón de dólares para la compra de equipos y tecnología para modernizar sus sistemas productivos, según explicó el embajador chino en Madrid, Qiu Xiaoqi.

(publicado el 11-07-2004 en el diario Gara)


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