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El acto de imposición del nombre contó con la presencia de autoridades, familiares y amigos del ‘Vasco’, quien fue parte de la Universidad primero como alumno, y luego como docente y directivo. Con sus raíces en Iparralde, Arla se destacó en pelota paleta y transmitió el amor por su origen vasco a sus hijos, espacialmente a Mariana, quien hoy en día es referente y miembro más que activo en Euskaltzaleak y el Centro Vasco Francés-Iparraldeko Euskal Etxea de Buenos Aires. Oscar Arla falleció el pasado mes de marzo.

Luján, Argentina. La comunidad académica ha realizado un merecido reconocimiento a Oscar Domingo ‘Vasco’ Arla, quien dejó una “huella imborrable” en la vida institucional de la Universidad Nacional de Luján, en la provincia de Buenos Aires. La ceremonia tuvo lugar el pasado 20 de diciembre, a nueve meses de la partida de ‘Vasco’, e incluyó palabras alusivas del ex Rector Busnelli, de la esposa del homenajeado, Sara Alzamora, y del Rector Arizio. Durante el homenaje se impuso el nombre de Oscar Domingo ‘Vasco’ Arla a las instalaciones de la Dirección General de Asuntos Académicos y se descubrió una placa alegórica.

Desde la UNLu destacan la participación desde su juventud de Oscar Domingo Arla en la vida universitaria, en época de estudiante, así como también su desempeño como trabajador no-docente, como egresado de la Carrera de Licenciatura en Educación, también como docente, y en cada uno de los cargos que ocupó y en las iniciativas que desarrolló y ayudó a alcanzar. “Entre muchos otros logros, –recalcan desde la Universidad–, fue promotor del Proyecto de Educación Permanente que se encontraba en etapa de implementación al momento del cierre de la Universidad por la última dictadura cívico-militar, de la que el propio ‘Vasco’ fue víctima como perseguido político, detenido ilegal y como cesanteado por la ley de prescindibilidad de aquellos años”.

“Tras la Reapertura en 1984 y reincorporado a la UNLu, Arla cumplió, entre otras funciones, la de Secretario Técnico del Consejo Superior, Director General Técnico (actual Director General de Asuntos Académicos), Coordinador de Centros Regionales, Subsecretario Académico, asesor de la Secretaría de Relaciones Institucionales, fue integrante de la Comisión pro-creación de DASMI, obra social de la Institución, integrante y luego presidente de la Comisión Directiva de dicha obra social, integrante de Comisiones Asesoras Permanentes (CAP) del Consejo Superior, y representante de la UNLu ante el SIU”.

Participaron del emotivo homenaje autoridades de la Universidad, docentes, no-docentes, representantes gremiales, alumnos y ex-alumnos, y familiares quienes reconocen en la figura de Arla a “un gran hacedor en el ámbito de la educación, a un militante de la democracia, y a un defensor acérrimo de la universidad pública”.

Desde Iparralde a Luján

Oscar Arla nació en Luján, en el seno de una familia vasca de Iparralde, conformada por Ambroise Arla, oriundo de Donaixti Ibarre, Baja Navarra, y Catalina Harispe, hija de zuberotarras de Urdiñarbe. “Ambroise vino a Argentina a causa de la guerra del 14, con su hermano Thomas, animados por sus tíos Domingo Iribarne y Gabriela Berhouet”, contó a EuskalKultura.com Mariana Arla, hija de Oscar. “Durante la guerra cuidó prisioneros alemanes. Todos mis abuelos hablaban euskera. Incluso mi abuela Catalina, quien si bien nació acá, conoció el castellano recién cuando comenzó primer grado. Catalina y Ambroise se asentaron en Cortines, cerca de Luján, donde fueron agricultores y tamberos. Ellos ayudaron a muchos inmigrantes con sus papeles de herencia en Iparralde junto a las hermanas Ana y Marie Queheille”.

Además de su desempeño en el ámbito académico, y haciendo honor a sus raíces, Arla fue también un destacado deportista, en fútbol y cómo no, en pelota paleta. Casado con Sara Alzamora, el matrimonio tuve tres hijos, Mariana, Laura y Matías, y cinco nietos, Estanislao, Dolores, Delfina, Martina y Josefina.

Sin duda, el ‘Vasco’ Arla supo transmitir su herencia cultural e identitaria a sus hijos y es por eso que Mariana, ferviente euskaltzale, se ha convertido con los años en referente de dos instituciones vascas de gran trayectoria en Buenos Aires. Radicada desde hace más de veinte años en la capital porteña, Mariana comenzó sus estudios de euskera en Euskaltzaleak, donde ha trabajado y trabaja incansablemente desde su función de vicelehendakari (2010-2014) y actualmente como vocal de la comisión recientemente renovada. También es parte de la subcomisión de cultura del Centro Vasco Francés. Alentando a Mariana, el matrimonio Arla ha participado en fiestas y reuniones organizadas por distintas euskal etxeas.