La 84 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española elige contra todo pronóstico como presidente al obispo de la Diócesis de Bilbao, Ricardo Blázquez (en Gara)

[Blázquez presidirá la Conferencia Episcopal Española La 84 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) eligió ayer a Ricardo Blázquez como presidente. Aunque todo indicaba que Rouco Varela iba a salir reelegido, al cabo de tres votaciones no alcanzó la mayoría de dos tercios que necesitaba. Blázquez fue elegido con 40 votos]

Madrid. El Obispo de Bilbo, monseñor Ricardo Blázquez, fue elegido ayer a la mañana por sorpresa y contra todo pronóstico nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), por un periodo de tres años, en el marco de la 84 Asamblea Plenaria que se celebra durante estos días en Madrid. Este abulense de 62 años de edad sustituye al arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, quien ha sido presidente de la CEE desde el 2 de marzo de 1999. La clave de la elección radicó en el voto de confianza que los obispos vascos y catalanes otorgaron al máximo responsable de la diócesis vizcaina.

Aunque en un principio todo apuntaba a que Rouco Varela iba a salir reelegido por tercera vez consecutiva, al cabo de tres votaciones no pudo alcanzar la mayoría de dos tercios sobre los 76 electores que necesitaba.

Nada más tomar posesión de su nuevo cargo, Ricardo Blázquez se comprometió a perseverar en el camino del diálogo con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, reiteró su condena contra todo tipo de violencia y abogó por la paz social en Euskal Herria.

En este sentido, señaló que al igual que las reticencias con las que fue recibido tras su nombramiento en Bilbo fueron desvaneciéndose, confiaba en conseguir lo mismo al frente de la Conferencia Episcopal Española, si es que existía alguna.

Aunque admitió que para él ha sido una sorpresa su nombramiento, aseguró que lo acepta con el espíritu y palabras de Santa Teresa «nada te turbe». Asimismo, expresó su agradecimiento a los obispos por haberle elegido y recalcó su «comunión cordial, profunda y afectiva» con Juan Pablo II, «al que agradezco su rico y doliente ministerio» y su «entrega sin reservas a la misión que Dios le ha confiado».

Blázquez, que fue elegido para el cargo por cuarenta votos frente a los 37 de Antonio Cañizares, tras ser retirada la candidatura de Rouco --que obtuvo 51 votos y necesitaba 52 dado que para un tercer mandato se requiere la mayoría de dos tercios--, inició su comparecencia ante los medios de comunicación enviando su saludo cordial «a todos los cristianos de las iglesias de España y a todos los ciudadanos».

Reiteró también su «profunda amistad con Rouco», que se «fue fraguando desde que ambos coincidimos como colegas en la Universidad Pontificia de Salamanca» y «que ha durado siempre», al tiempo que tuvo palabras de agradecimiento por la dedicación del hasta ayer presidente al servicio de la Conferencia Episcopal.

Quien dijo haber recibido «con alegría» el nombramiento de Ricardo Blázquez fue el Obispo auxiliar de Bilbo, Karmelo Etxenagusia, que consideró que será «beneficioso» y que es «bienvenido» que el Obispo de Bilbo esté a la cabeza de la Conferencia Episcopal Española. En cuanto a la posibilidad de que el nuevo presidente de la CEE no pueda compatibilizar su nuevo cargo con el de obispo de Bilbo, Etxenagusia aseguró que «hay muchos trabajadores en Bizkaia que pueden cumplir con las responsabilidades del Obispado».

Reacciones políticas

Nada más conocerse esta nueva designación al frente de la jerarquía de la Iglesia española las reacciones no hicieron esperarse. La portavoz del Gobierno de Lakua, Miren Azkarate, confió en que la elección de Ricardo Blázquez «acerque» a la Iglesia «los problemas que tenemos en el País Vasco y a los intentos que se hacen para salir del túnel en el que estamos».

Al mismo tiempo que manifestó el respeto del Ejecutivo de Gasteiz hacia la designación de Blázquez, le deseó éxito en su gestión y en su labor pastoral, a la vez que agregó que «nos parece bien que una persona que ha ejercido su labor pastoral tantos años en Bizkaia» acceda a presidir la Conferencia Episcopal Española.

El presidente del PNV de Bizkaia, Iñigo Urkullu, entre tanto, confió en que Blázquez «ayude a dar traslado al conjunto de la opinión pública del Estado español» una realidad «cabal y ajustada» de la sociedad vasca. Por otro lado, destacó la «prudencia y mesura» mostrada por los obispos vascos por su conocimiento «de la realidad social vasca» ante las «interpretaciones de la Conferencia Episcopal en relación a la propuesta de nuevo Estatuto político».

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, felicitó a Blázquez, al que expresó sus «mejores deseos de cara a la nueva etapa que acaba de emprender». El secretario general del PSE, Patxi López, también felicitó al nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, al tiempo que le transmitió que espera que «sigamos trabajando para construir un mundo mejor, en cualquier responsabilidad que nos toque asumir».

El portavoz del PP en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, Leopoldo Barreda, expresó su esperanza de que la experiencia vasca de monseñor Blázquez sirva «para que haya una sensibilidad en relación con esa parte de los ciudadanos que en el País Vasco se ven perseguidos y discriminados por sus ideas».

El coordinador general de EB, Javier Madrazo, vio «con esperanza» el nombramiento del Obispo de Bilbo, y dijo que espera que «se abra una nueva etapa» en la Iglesia española «sabiendo que sus planteamientos son más centristas que el conservadurismo que ha imperado en la etapa de Rouco». Madrazo también pidió a Blázquez que «se comprometa con la justicia social y con políticas sociales más progresistas que ya han sido aceptadas por la mayoría de la sociedad, como la equiparación de derechos de los homosexuales, el uso de anticonceptivos y la eutanasia».

El vicepresidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa, pidió, entre tanto, al nuevo presidente de la CEE que siga la línea doctrinal implantada por su antecesor, Antonio María Rouco Varela, respecto «al terrorismo». «Rouco realizó una importantísima labor al poner a la Iglesia en la crítica del terrorismo con una instrucción pastoral que satisfizo adecuadamente a las víctimas y que vino a corregir una actuación doctrinal de la Iglesia en el País Vasco que resultaba claramente escandalosa», declaró Buesa.

El portavoz del Foro de El Salvador, José Luis Orella, por su parte aseguró que Ricardo Blázquez es una buena opción para dirigir la Conferencia Episcopal. Precisó que el recién nombrado no es un nacionalista, sino que «ha sido rehén de un equipo muy politizado y próximo a las posiciones nacionalistas». Orella precisó que el Foro El Salvador está contento con la elección de Blázquez por entender que es una de las «cabezas mejor amuebladas de la Iglesia».

10 AÑOS AL FRENTE DEL OBISPADO DE BILBAO NO EXENTOS DE POLEMICA

Perfil

Ricardo Blázquez, edad: 62 años, lugar y fecha de nacimiento: Villanueva del Campillo (Avila). 13 de marzo de 1942.

Ordenación: El 18 de febrero de 1967 fue ordenado sacerdote y se doctoró en Teología en la Universidad Gregoriana de Roma en 1972.

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, el Obispo Ricardo Blázquez, ha administrado la diócesis de Bilbo durante los últimos diez años.

Blázquez nació en Villanueva del Campillo (Avila) el 13 de marzo de 1942. Tras cursar estudios eclesiásticos en el seminario diocesano de Avila, fue ordenado sacerdote el 18 de febrero de 1967 y se doctoró en Teología en la Universidad Gregoriana de Roma en 1972.

En Avila, desempeñó los cargos de secretario del Instituto Teológico y educador del seminario, entre 1973 y 1977, año en que se trasladó a Salamanca para ejercer el cargo de director del Teologado en esa ciudad.

Ese año fue nombrado vicedecano de la Facultad de Teología de la salmantina Universidad Pontificia, puesto que desempeñó hasta 1983, en que pasó a ejercer la docencia como catedrático de Teología Dogmática en la citada universidad. También colaboró en la Comisión Episcopal del Clero, Liturgia, Doctrina de la fe, Seminario y Universidad, así como en la Sagrada Congregación para el Clero.

El Papa Juan Pablo II le nombró el 8 de abril de 1988 obispo auxiliar del arzobispo de Santiago, quien entonces era precisamente su actual antecesor Antonio María Rouco Varela. El 26 de mayo de 1992 fue nombrado obispo de la diócesis de Palencia. En febrero de 1993 fue elegido presidente de la Comisión Episcopal para la Defensa de la Fe y como tal entró a formar parte de la Comisión Permanente del Episcopado.

En agosto de 1995 el nombre de Ricardo Blázquez se barajó como candidato a ocupar la diócesis de Bilbo, vacante desde la jubilación en 1993 de Luis María Larrea.

Entonces se vio envuelto en la polémica desatada a raíz de unas declaraciones del ex presidente del PNV, Xabier Arzalluz, en contra de la designación de un obispo de origen no vasco para Bilbo. Finalmente, el 8 de setiembre de 1995 fue nombrado Obispo de Bilbo, convirtiéndose en el quinto prelado desde que se fundó la diócesis en 1950.

En la Conferencia Episcopal, monseñor Blázquez ha sido presidente de la Comisión de Relaciones Interconfesionales y miembro de la Comisión Permanente del episcopado.

Junto a los obispos de las diócesis vascas, fue uno de los firmantes de la carta pastoral de mayo de 2002 titulada Preparar la paz, en la que los prelados de Bilbo, Donostia Y Gasteiz manifestaban su preocupación por la posible ilegalización de Batasuna, tras aprobarse la Ley de Partidos.

Carta pastoral contra la Ley de Partidos

El Obispo de Bilbo y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, suscribió en 2002 una carta pastoral de los prelados vascos, titulada Preparar la paz, en la que se calificaba la reforma de la Ley de Partidos de «asunto candente y resbaladizo». El documento destacaba, además, que «todo no vale contra el terrorismo». «Nos preocupan, como pastores, algunas consecuencias sombrías que prevemos como sólidamente probables y que, sean cuales fueren las relaciones entre Batasuna y ETA, deberían ser evitadas», se señalaba.

(publicado el 09-03-2005 en Gara)

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