Bilbao, Bizkaia. Entre los años 1965 y 1977 emitió desde Venezuela la estación clandestina Radio Euzkadi. "Para contrarrestar las mentiras del franquismo y poner voz a todo lo que el régimen no quería contar", un grupo de jóvenes pertenecientes a EGI (Euzko Gaztedi Interior), dirigidos por Jokin Inza, diseñó e instaló a sesenta kilómetros de Caracas, en plena selva, dos transmisores, un grupo electrógeno y una gigante antena romboidal. La llamaban “la txalupa”, para hacer creer que estaba situada en alta mar, y llamaban Macuto al lugar físico donde verdaderamente se encontraba y que custodiaba un antiguo gudari, Ixaka Atutxa.
Atutxa es el protagonista de la historia que novela Koldo Anasagasti en “Clandestina. Radio Euzkadi, un irrintzi desde Venezuela”. La novela narra la aventura que entrañaba realizar esa emisión de media hora diaria; de emitir diariamente “La Voz de la Resistencia Vasca”.
Koldo Anasagasti nació en Cumaná (Venezuela) y se dedicó al sector audiovisual. Fue director, entre otros, de ETB y del Festival de San Sebastián, y ha sido productor de numerosos programas televisivos. Recientemente se ha abocado a la literatura y “Clandestina” es su cuarta novela. La primera, “El último fotograma”, la editó en 2019, coescrita con John Andueza. La segunda, “¡Maldito caballo!”, fue publicada en septiembre de 2020 y su tercer trabajo, titulado “Y llegaron galernas”, en noviembre de 2021. En 1982 publicó en formato comic "Sabino", un libro con ilustraciones de Juan Humaran sobre la vida de Sabino Arana.