Boise, Idaho, EEUU. José Francisco Zinkunegi, Kinku Zinkunegi, es una persona bien conocida en la diáspora vasca. En las Euskal Etxeak todos le conocen como la persona que desarrolla la tarea de organizar y llevar a buen puerto la enseñanza del euskera, como coordinador del programa 'Euskara Munduan' del Instituto Vasco Etxepare. Su tiempo se consume trabajando sobre temas vinculados a las clases de euskera, organizando cursos y barnetegis, planificando y preparando material, viajando y reuniéndose lo mismo en Boise o San Francisco en EEUU, que en Santiago en Chile, Montreal en Quebec, La Habana en Cuba o en las decenas de Euskal Etxeak que imparten euskera en México, Argentina y Uruguay, por no hablar de las euskal etxeas europeas, solo por citar algunos de los lugares beneficiarios de su labor.
Este profesor que en 1983 sacó su plaza docente en HABE, con el tiempo asumió responsabilidades como la dirección del Barnetegi de Hondarribia, pero fue sin duda 1996 el año que marcó un antes y un después en su vida, puesto que en enero de ese año le propusieron que viajara a las colectividades vascas de Argentina, dando comienzo aquel primer viaje a una fértil relación con la Diáspora que continúa a día de hoy. En Estados Unidos se estrenó en 2000. De a poco fue sumando países y Euskal Etxeak de todo el mundo a su 'parroquia', llegando con su oferta docente y el material y formación necesarios para ello bajo el brazo. El programa 'Euskara Munduan' de HABE pasaría al Instituto Vasco Etxepare, manteniendo siempre su apuesta por dotar de formación y oportunidades a quienes desean aprender euskera en las Euskal Etxeak.
Kinku ha hecho innumerables amigos en la Diáspora y ha ayudado a otros tantos alumnos y alumnas a euskaldunizarse. Este año, NABO, la federación norteamericana de entidades vascas, le ha otorgado su galardón 'Bizi Emankorra'
Y es que la labor que desarrolla no es cualquier cosa. En colaboración con las Euskal Etxeak y federaciones, se ocupa de apoyar al euskera y dar respuesta a la demanda en este sentido, formando profesores/as locales, creando y actualizando material didáctico y pedagógico, también en relación a las nuevas tecnologías, acompañando y amparando en su ilusión y proceso de aprendizaje a quienes a muchos miles de kilómetros de Euskal Herria deciden hacer suya la lengua de sus antepasados o, sin más, aprender esa lengua que les conecta y les conduce al corazón del Pueblo Vasco, en muchos casos hasta convertirse en comprometiddos 'irakasleak' o profesores/as.
Bertsos por videoconferencia desde Wyoming de la mano de Martin Goicoechea: "Kinku hainteste..."
Kinku se emocionó con las palabras y bertsos de buenos amigos acompañando el premio
Más felicitaciones sobre el estrado en Boise, cantadas en este caso por el bertsolari Todor Azurtza
Mucho trabajo, altibajos y momentos de todo tipo, pero con un premio máximo: la satisfacción de escuchar a los alumnos desenvolverse en euskera. Aunque a veces, como en esta ocasión, llega un premio inesperado, concedido además por los propios vascos y vascas de la Diáspora. Este año NABO, la federación norteamericana de centros vascos, concedía a Kinku Zinkunegi su galardón "NABO Al Erquiaga Bizi Emankorra", creado para reconocer la labor de toda una vida en favor del euskera, la cultura y las colectividades vascas. Recogió la placa en el Basque Block de Boise, con amigos y representantes vascos participando tanto de forma presencial como desde otros puntos del país a través de las pantallas, entre ellos toda la directiva de NABO.
Kinku Zinkunegi: "Ha sido un regalo trabajar con vosotros". "Este ha sido el trabajo de mi vida, y lo he desempeñado con sumo gusto, he vivido intensamente trabajar con la Diáspora". Destacó a los alumnos y profesores, y la importancia de la tarea que desempeñan en las Euskal Etxeak
Zinkunegi se emocionó con las expresiones y muestras de cariño, algunas incluso en forma de bertso, allí desplegadas. En su respuesta, confesó, dirigiéndose a los presentes y a la comunidad vasca allí representada, que "ha sido un regalo trabajar con vosotros". "Este ha sido el trabajo de mi vida, y lo he desempeñado con sumo gusto. He vivido intensamente mi trabajo con la Diáspora y las Euskal Etxeak. aquí y en el resto del mundo". Destacó la labor de alumnos y alumnas y el esfuerzo de quienes se sacrifican para convertirse en profesores. "Llevaís a cabo una labor increible, difícil y muchas veces poco reconocida", afirmó, pero la realidad está ahí, "el euskera es la actividad que más gente mueve en las Euskal Etxeak", señaló.
Recordó cómo en el proceso de adaptar las clases al alumnado anglohablante aterrizó por primera vez en San Francisco y le recibió Philippe Acheritogaray, quien más tarde se convertiría en presidente de NABO, que le enseñó la ciudad. Llegaba a EEUU con el programa Hezinet, "que entonces era lo último, lo más moderno, y hoy día es un tocho". A la hora de los agradecimientos, le flaqueó la voz: "Martin (Goicoechea), eskerrik asko, (pausa) para mí eres un amigo, has sido muy importante... Izaskun Kortazar, Itxaso Cayero, Aitor Iñarra, Sonia Castañon... en este momento Ziortza (Gandarias), Valerie Etcharren... y más personas, no tengo sino palabras de agradecimiento para todos vosotros, de verdad os digo que habéis sido un regalo, ha sido para mí un regalo trabajar con todos vosotros", enfatizó.
Zorionak, Kinku!