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Kepa Junkera. La procedencia, las raíces, el sentimiento de pertenencia son cosas de gran calado en el ser humano. Todos sentimos la imperiosa necesidad de pertenecer a algo, de sentir que compartimos un origen común y hasta una manera similar de sentir y de vivir. Pero cuando el individuo ha de viajar lejos y continuar su existencia en un lugar diferente al que nació, este sentimiento invade con más fuerza en su alma obligándole incluso a llevar a cabo toda una serie de acciones que palíen de alguna manera su hambre por sus orígenes.

Durante toda la semana pasada he estado en Boise, Idaho, grabando, actuando y disfrutando de la fiesta en la que se convierte la estancia en un lugar como este. La verdad es que me he quedado totalmente sorprendido con la entrega, el cariño y la actitud de la gente.

Es una pena que no pueda quedarme al Jaialdi, una fiesta que celebra la comunidad vasca de Boise cada 5 años y que este año tiene lugar del 26 de julio al 1 de agosto. En el año 2005 dicha fiesta congregó a más de 30.000 personas. En ella tienen lugar numerosas actuaciones musicales, bailes vascos, deporte rural, etc., congregando a miles de personas que buscan en sus orígenes un punto de encuentro. Una auténtica fiesta de lo vasco a miles de kilómetros de distancia.

Esta es la magia de la gente que lejos de nuestro hogar experimenta nuestra misma procedencia de manera apasionada. Es una sensación que sea por lejanía o por ausencia produce en mi interior una envidia sana por poder vivir un sentimiento tan extraordinario, tan único como el que viven los hombres y mujeres norteamericanos, de descendencia vasca.

Aquí a nadie se le pregunta si sabe bailar danzas vascas, si conoce nuestra historia, si habla nuestra lengua e incluso si es o no descendiente de vascos. Lo único que se exige es un absoluto respeto, la mayor de las pasiones y el máximo de ilusión por compartir con los demás lo único que les hace diferentes, su amor por lo vasco. Vivir así, al máximo es lo que siempre busco y desde luego que en Boise ¡lo he conseguido!

(publicado el 20-05-2010 en el diario Deia)