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Buenos Aires, Argentina. “En Euskal Herria hay símbolos institucionales, como el himno, la bandera, el idioma y el propio territorio. Pero también hay símbolos folclóricos, que tienen que ver con una vivencia absolutamente social y validada a su vez socialmente. Algunos de ellos serían la txapela, la hoja del roble, quizás se podría incluir la bota, y el lauburu. Yo creo que éstos son símbolos adquiridos, que la gente ha tomado como propios”, explica Silvia Azpiazu a EuskalKultura.com, al preguntarle la razón de tomar la imagen de la cruz como motivo para sus trabajos.

Silvia se dedica a la joyería contemporánea desde hace ocho años. Es egresada de la Universidad de Palermo, de la carrera de Diseño de joyas, y aplica también en sus creaciones conocimientos de diseño adquiridos en la disciplina de la arquitectura.

Taller de joyería conceptual vasca

En 2011, la artesana lapridense unió dos intereses en una iniciativa que resultó ampliamente exitosa. Invitada por el centro Lagunen Etxea, Azpiazu ofreció un taller de joyería conceptual vasca que se extendió desde marzo a diciembre, con clases cada quince días, los sábados. En cada encuentro se desarrollaron contenidos teóricos y prácticos. Entre los teóricos, temáticas vinculadas a la cultura del País Vasco, como su historia, su lengua, los símbolos, el deporte, vestimenta, creencias y religión, política, artes plásticas y música.

En cuanto a los contenidos prácticos, éstos tenían el objetivo de introducir a los alumnos concretamente en las técnicas de creación de las piezas. Para esto, se comenzó con elementos básicos como el nombre de las herramientas y el cuidado personal en el uso de éstas, así como el acercamiento a los elementos de medición y los diferentes procesos para fabricar las piezas. “Repasamos cuestiones de historia, geografía, cultura, arte para poder bajar luego esos conceptos a joyas”, especifica Silvia.

En cuanto al taller, cabe destacar que está dirigido a personas de todas las edades y que no es necesario tener conocimientos previos. Tal como lo explica su responsable “Solo se necesita interés en el aprendizaje de un oficio; es mejor si se tiene motricidad fina desarrollada, pero eso también se aprende con facilidad y pausadamente”.

En el taller realizado en Laprida, hubo participante de entre 12 y 70 años, y las piezas que crearon podrán verse expuestas en una muestra que se llevará a cabo el 24 de marzo en el centro vasco de Coronel Pringles. Las euskal etxeas interesadas en el taller no tienen más que contactarse con la organizadora.

Diseños vascos

Descendiente de guipuzcoanos, más específicamente de azkoitiarras, ese legado fue el que llevó a Azpiazu a acercarse a la euskal etxea de su ciudad natal. “Si bien soy quinta generación, creo, hay tradiciones familiares, manifestaciones constantes en la cotidianeidad del hogar, que generaron la búsqueda de una mayor información de mi  origen, unido a un sentimiento que se desata a pasos de ir creciendo en la búsqueda. 

Trabajar con la temática vasca, por su parte, le surgió de "la necesidad de generar un objeto que sea símbolo en la Diáspora y que unido a mis potencialidades artísticas encontró un modo de conexión en el lauburu”. 

Por estos motivos, y si bien trabaja otros diseños, las joyas vascas llevan gran parte de su dedicación. Quienes estén interesados en ver las piezas, pueden contactarse por mail a silviazpiazu@hotmail.com o a través de la página web: www.joyeriataller.com.ar. Quienes estén en Buenos Aires, pueden acercarse al taller ubicado en Virrey Loreto 2560 pb “D”.