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Emotivo momento el vivido el sábado por la noche --en el seno de la velada que mencionamos hoy mismo en otro artículo-- en el transcurso de la Semana Nacional Vasca Argentina 2015 en Macachín. Josu Erkoreka, portavoz del Gobierno, que ostentaba en Macachín la representación del Lehendakari, homenajeó bailándole un aurresku a Iñaki Unamuno, presidente de la euskal etxea anfitriona.

J.E./Macachín, Argentina. Si por alguna razón se ha caracterizado y ha sido particularmente hermosa la recién finalizada Semana Nacional Vasca Argentina de 2015 ha sido por el extraordinario ambiente que ha sabido generar. Valores y activos como la hospitalidad, la generosidad, el trato familiar, la participación, el trabajo en equipo y el apoyo y trabajo conjunto y mancomunado de las gentes vascas y no vascas de la localidad han cimentado el éxito del encuentro.

A lo largo de la Semana los macachinenses se han unido para ofrecer lo mejor de sí mismos con la más servicial de las actitudes y su más hermosa sonrisa, hasta lograr que esa actitud y esa sonrisa se elevaran a categoría de identificativo del encuentro. Iñaki Unamuno, presidente del centro vasco anfitrión, el Euzko Alkartasuna de Macachín, y practicante él mismo de la generosidad y bonhomía de sus conciudadanos, personalizó bien ese espíritu que destilaba el evento.

Es por ello que resultó muy oportuno  el pasado sábado por la noche el aurresku que Josu Erkoreka, consejero de Justicia y portavoz del Gobierno, y expresamente comisionado por el lehendakari Urkullu para representarle en la Semana Vasca, bailó y dedicó en el escenario a Iñaki Unamuno y a todo su equipo macachinense, sobre todo si representa una apuesta y actitud igualmente generosa por parte del Gobierno Vasco hacia la Diáspora.

La Diáspora necesita aurreskus, de hecho se los merece, tanto en el seno de la Semana Nacional Vasca como a lo largo de todo el año, concretados además con esa actitud sana y natural de que se hizo gala en Macachín, donde una extraordinaria predisposición y espíritu de servicio brillaron con luz propia. Alguien dijo que los anfitriones de Euzko Alkartasuna --en euskera significa unión o solidaridad vasca-- no hicieron sino rendir tributo a su nombre, priorizando su faceta de buenos anfitriones y de recibir a los amigos como tales, sobre otras consideraciones como obtener para la euskal etxea el máximo beneficio económico de las diferentes actividades. A más de uno le vnieron a la mente viejos adagios tradicionales que aluden a la hospitalidad vasca como "Etxe honetan dagoena bere etxean dago" (quien entra en esta casa entra en su propia casa) o "Gure etxea zure etxea da" (nuestra casa es tu casa), refranes, por otro lado, que el espíritu solidario de nuestra Diáspora conoce y ha practicado desde siempre.

Euskal Herria cuenta con una importante diáspora, Hemos heredado el valioso activo de su existencia y su aporte, que nos enriquece y nos completa como pueblo. Corresponde a cada vasco o vasca conocerla mejor, y a nuestras instituciones fomentar ese conocimiento y brindar su mejor apoyo para su aggiornamiento y su adaptación a los retos de los nuevos tiempos, para proporcionarle, para proporcionarnos, el mejor futuro posible, en nuestro interés común. Con la misma actitud que se hizo patente en Macachín, nuestras administraciones deberían procurar recursos humanos y económicos suficientes para atender a la Diáspora como se merece, porque existe un camino que hemos de recorrer juntos.

Por cierto, se comentó la posibilidad de que el Gobierno de Navarra comience también a interesarse por sus miles conciudadanos y descendientes que se agrupan en las decenas de euskal etxeas existentes en Argentina y el mundo. Quizás envíen representación a la Semana Nacional del año que viene, en Necochea, del 7 al 13 de noviembre.