Ander Egiluz Beramendi, EE.UU.- A finales del año pasado ganó el Campeonato del Mundo y, hace unas semanas, quedó quinto en un torneo del PGA (Asociación de Golfistas Profesionales), siendo el primer amateur en lograr tal hazaña desde 2008.
-En las universidades estadounidenses es muy habitual que bequen a los deportistas. ¿Por eso decidiste venir a Arizona?
Así es, vine aquí porque me ofrecieron una beca. En EE.UU. cuidan mucho a los atletas. Y en el tema del golf el futuro está aquí, sin ninguna duda. Todo está mucho más evolucionado y tienes muchísimas más oportunidades para participar en torneos mientras estudias. En Euskadi, así, no hay dios que apruebe la carrera.
-Aunque estudies en Tempe, casi te pasas más tiempo en los torneos que en la universidad. ¿En cuántas competiciones participas al año?
Pasamos mucho tiempo fuera, es verdad. Participamos en unos quince torneos al año, más o menos, pero solo cuatro son en el primer semestre, un montón son en primavera. Es un no parar hasta verano, casi no te das ni cuenta de lo que está pasando y faltas mucho a clase.
-¿Y los profesores lo entienden?
En general, sí. Es lo bueno de esto, que al ser un tema de la universidad los profesores te tienen que ayudar, cambiando fechas de exámenes, por ejemplo. Y los entrenadores también entienden que haya días en que no puedas entrenar porque, aquí, eso sí, si no apruebas no juegas. Si no mantienes una media de notas te quedas el semestre entero sin jugar, y solo tienes cuatro años. Además, han invertido una beca en ti, así que tienes esa presión. Tienes que responder como estudiante y como jugador.
-Estudias comunicación. ¿Por qué esa carrera?
Me parece interesante. Estudias Sociología, Teorías de la comunicación, conflictos y negociación, aprendes a hablar en público… Y muchas empresas necesitan a gente con habilidades de comunicación.
-Pero con lo que sueñas es con una carrera de golfista profesional. ¿Lo ves posible?
Sí, además me lo demostré a mí mismo hace unas semanas, quedando quinto en el Waste Management Phoenix Open. El último amateur que quedó entre los diez o cinco primeros, no recuerdo, en un torneo del PGA lo hizo en 2008. No es nada común que eso pase.
-Y por si fuera poco, también eres campeón del mundo.
Sí, el campeonato lo jugué representando a España. Participaron 74 países y los tres mejores de cada país. Por equipos quedamos terceros y, en individuales, gané la medalla de oro.
-Deportivamente estás creciendo a gran velocidad, ¿sueles mirar hacia atrás y pensar en tus inicios?
Últimamente mucho, porque estoy llegando a unos niveles muy superiores a los de muchos que jugaban conmigo y a veces flipo. Pero entonces pienso en que tengo que seguir estudiando, porque si no hay notas no hay golf. Es lo bueno de las universidades estadounidenses. En Europa podríamos aprender mucho de esto. Me sabe mal decirlo, pero anda que no hay jugadores de muchos deportes que no es que sean muy inteligentes…
-¿Puede que sea porque el golf no es un deporte tan de masas como otros?
Bueno, en EE.UU. muy pocos deportistas, da igual de qué deporte, pasan a profesionales sin pasar por la universidad. Kobe Bryant y pocos más…
-Sobre el golf aún pende la idea de ser un deporte elitista.
Todavía hay demasiada gente que cree que es un deporte para pijos, y lo era, pero a principios del siglo XX. Antes era algo para ricos, pero ahora está al alcance de cualquiera. En la escuela de Eduardo Celles, en Derio (Bizkaia), por 20 euros puedes tomar una clase. Y también tenemos campos públicos, no es todo privado. Además, en muchos deportes que son más populares, por así decirlo, también te dejas una pasta: los trajes de surf, ir a esquiar e, incluso, las botas de futbol. El golf no es tan caro como la gente cree y es mucho más divertido de lo que se piensa. Aunque sí que requiere más tiempo. Y es una pena que ahora no tengamos a alguien como (Txema) Olazabal, para atraer a la gente.
-Todo indica a que tú podrías ser ese próximo referente en Euskadi.
Me encantaría y hoy en día es más fácil que la gente se entere de lo que hago por las redes sociales. Si gano un Masters, la gente lo sabe diez veces más rápido.
-Siempre resulta complicado que te reconozcan en tu tierra, sobre todo si se trata de deportes no tan ‘de masas’, por decirlo de alguna forma. ¿Tú cómo lo vives?
Los amigos y la familia sí que se enteran pero, en general, diría que no trasciende demasiado. Aunque, desde el último torneo del PGA, algunas radios y televisiones sí que han dicho cosas y en Barrika también se sabe. Y eso hace ilusión. Además, creo que quieren que sea el pregonero en las fiestas.
-¿Y en los círculos de golf qué sientes?
En todos los torneos en los que participo siempre hay alguien que me dice algo. Además, al jugar con los colores de la universidad, la gente se identifica mucho. Es como con el Athletic, lo de la universidad en EE.UU. es un sentimiento.
-¿A corto-medio plazo, qué te gustaría conseguir?
Me gustaría ganar los Nacionales de la Liga Universitaria, el British Amateur y el US Amateur. Ahora mismo son los tres más importantes que hay a nivel amateur. Hace dos años, como novato, fui líder en los nacionales, es el que podría ganar más fácilmente. Los otros dos son posible, aunque ganar los tres en dos años va a estar jodido.
-Y requerirá mucho trabajo. ¿Te queda tiempo para ir a visitar a la familia?
Voy mucho, en gabonas (Navidades) casi un mes entero y, en verano, de la que termino el último torneo hasta que empiezo las clases, en agosto.
-¿Y qué es lo que más ilusión te hace?
Además de ver a la familia y a los amigos, la comida. Suena a típico, pero es verdad. La primera comida siempre la hago con aitite y con amama (los abuelos). Y lo que más me gusta es la merluza albardada. También me da mucha pena no poder ir a San Mamés, antes iba a todos los partidos.
.En EE.UU. hay una importante comunidad vasca, ¿tienes relación con ellos?
La verdad es que hasta el momento no, pero les animo a que me agreguen en Facebook y me escriban. Y, si pueden, que se pasen a ver un torneo.
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