Jon merodio, tesorero del Centro Vasco de Ciudad de México: 'Es muy probable que el tren no vuelva a parar en la estación en la que estamos' (en Noticias de Gipuzkoa)

Gurutze Irisarri. -¿Cómo y cuándo se enteró del anuncio del alto el fuego por parte de ETA? ¿Qué es lo primero que sintió?

Por la televisión, la noticia se propagó muy rápidamente, sentí una tranquilidad inmensa. Lo celebré con entusiasmo porque era algo que todos los vascos estábamos esperando desde hacía muchos años.

-¿Cómo está viviendo este tiempo desde el anuncio de la tregua?

Con una gran curiosidad y gran perplejidad. ETA habla con el Gobierno de Madrid, Batasuna no puede por estar ilegalizada, la izquierda abertzale reprende al PNV por hablar con el PSOE y mientras, ellos reconocen que llevan años manteniendo contactos y hablando con los socialistas, pero no les parece bien que otros lo hagan. Es más, Otegi y Batasuna aplauden a Patxi López, que además no suele ser el rayo de la guerra en la reflexión; tiene tela la cosa.

-¿Cómo viven, en su opinión, los vascos en la diáspora las informaciones políticas procedentes de Euskadi?

Se viven con interés, en estas pequeñas colectividades el origen es muy importante, por ello el recibir información y, además, que no sea muy subjetiva o problemática, nos traslada orgullo de pertenencia. La política en Euskadi ha estado impregnada de una altísima dosis de suciedad, donde los vascos de bien han sido agarrados entre dos fuegos.

-¿Desde la distancia se tiene una perspectiva más aséptica a la hora de analizar el conflicto vasco?

La distancia es una ventaja para el análisis, facilita el reflexionar con porqués, se da paso a la duda y ese intento de dividir en buenos y malos a unos y a otros se ve con mucho más escepticismo. Se elimina el gregarismo, y el victimismo pierde fuerza. También se pierde información, pero no parece que sea tan relevante la que se queda por el camino.

-¿Cree que esta vez será la definitiva?, ¿cuáles cree que pueden ser las fórmulas que aseguren que la receta salga bien?

Quiero creer que es la definitiva. Quiero creer que ETA por fin ve que su método, el de la socialización del sufrimiento no va a conseguir nada. La actividad última no ha tenido el mas mínimo avance. El conocido cómico y casi filósofo Gila lo hubiese explicado muy bien, con un teléfono hablando con el enemigo. Ahora hay que volcarse en resolver los problemas creados, sacar a tantas personas de las cárceles, evitar el sufrimiento de las familias y hacer una sociedad moderna, abierta y plural, donde todos los vascos puedan convivir y avanzar. La receta empieza por analizar la situación de modo muy crítico, sin autoengaño, visualizar distintos escenarios que se pueden dar de seguir así, y valorar el sacrificio y las contrapartidas del mismo. A partir de ahí y sabiendo que el momento es de una debilidad extrema, pactar un desarme y definir un método de integración, social y político. Es muy probable que el tren no vuelva a parar en esta estación.

-¿Con qué tipo de resultados se mostraría satisfecho?

La fórmula de las dos mesas que ha definido el Gobierno Vasco es el instrumento idóneo. A mi juicio hay que respetar lo que pacten en esos dos foros y éstos integrarse en nuestras instituciones y trabajar codo con codo en la mejora continua de nuestro país, Euskadi.

(Publicado el 05-06-2006 en Noticias de Gipuzkoa)

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