Sabrina Otegui Buenos Aires, Argentina / Ajaccio, Córcega. La red entre los jóvenes de las euskal etxeas de Argentina es mucho más que virtual. Jésica Ateca es salteña, pero su primer acercamiento a un centro vasco fue en Villa María, donde bailó con los dantzaris del Euzko Etxea y estudió euskera con el irakasle Pablo Cufré, del Centro Gure Ametza de Río Cuarto.
Más tarde llegó a Gerora, en la capital cordobesa, donde siguió con el euskera y abrazó la música vasca. ¿Cómo se convirtió en txistulari? Inspirada por Juan Ignacio Sáez Abarrategui, del Euskaldunak Denak Bat de Arrecifes, quien no pocas veces animó las romerías de las Semanas Vascas con el txistu y sin dejar de bailar.
Jesica no ha indagado demasiado en el origen de su familia –posiblemente sea de Arrieta, en Bizkaia–, pero sí ha enraizado y profundo en la colectividad vasca local. Tanto que, desde la distancia --actualmente se encuentra en Francia--, sigue siendo parte de la Asociación Gerora, a la que dedica especialmente esta entrevista, en el décimo aniversario de su fundación. Mila esker, Jesica, zure ibilbidea gurekin partekatzeagatik! Eta zorionak, Gerora!
[Entrevista a la txistulari de Gerora, Córdoba, Jesica Ateca]
[Jesica Ateca interpretando una pieza junto a su profesor Fer Zabaltza]