Joseba Etxarri. Hacía 10 años que no volvía por Euskadi y esta vez ha llegado con su madre y su hermana. A principios de la pasada década lo hizo para aventar en Arrate las cenizas de su padre, Félix Arrieta Etxeberria, quien recién había fallecido, pocos días antes de partir en un amplio viaje familiar con hijos y nietos para mostrarles su tierra natal, de la que crecieron siendo en la distancia partícipes. De vuelta por unos días en Euskadi, Jaione no esconde su satisfacción ante la pujanza futbolística del Eibar y se entusiasma antes los paisajes de esta su otra tierra. Nos dice que creó en internet la lista de correo VascosMexico al poco del fallecimiento de su aita, con el que se sentía particularmente unida. Vasca y mexicana de pro, reside hoy en Querétaro y aunque estudió Psicología Organizacional, trabaja en el rubro de los bienes raíces. "Si desean asesoramiento para adquirir un piso en México, no dejen de consultarme", nos dice con su habitual sonrisa.
México acogió a un buen número de vascos tras la Guerra del 36-39. El Gobierno Vasco lo reconoció así otorgando en 2009 al país azteca el galardón Lagun Onari (Al buen amigo). Tus abuelos llegaron en esa época a México.
-Mis abuelos Galarraga llegaron en 1939, cuando mi madre contaba 8 años. El abuelo era republicano y su hermano Jacinto Galarraga Acha había sido uno de quienes proclamaron la República en Eibar; el propio aitxitxa había sido director de Industria de Guerra, de modo que tuvieron que huir. Cuando madre termina la carrera de Química nunca había vuelto a Euskadi, de modo que en 1954 mis abuelos y mi madre viajaron en coche hasta Nueva York, allí embarcaron con el auto hasta Rotterdam y de allí llegaron hasta la frontera, que mi padre no podía pasar por el régimen franquista. Su familia fue a verlo a Hendaia y mi abuelo regresó a México, mientras mi abuela y mi madre se quedaron seis meses en Eibar. Allí, en un café de la Plaza Unzaga conocería a mi padre. Más tarde mi madre volvió a México, mi padre la siguió y así, en 1955, con 28 años llegó el aita al país en que se casaría con mi madre y tendrían sus cuatro hijos: Aitor, Asier, Nerea y yo, que soy la segunda.
Nacidos en México, pero crecéis en contacto con lo vasco. No hay más que leer vuestros nombres.
-Sí. Lo cierto es que conocimos el Centro Vasco de DF desde pequeños, era una cuestión familiar. En casa los padres y abuelos hablaban en euskera y yo misma fui dantzari hasta los 15 o 16 años. En 1970 viajé a Euskadi por primera vez y durante bastantes años solíamos venir cada verano. El contacto con la familia y los amigos siempre ha existido. Con la Euskal Etxea, veces de modo intermitente, como cuando me casé y más tarde me divorcié y "volví al redil".
En 2003 formas en internet una lista de correo, VascosMexico, que sigue siendo hoy día un canal referencial para la comunidad vascomexicana.
-Surgió respondiendo a una necesidad. México es un país muy grande y carecía de un canal o un medio para difundir información vasca. En muy poco tiempo agarró tal fuerza que se convirtió en referencial. Su inauguración coincidió con la visita del Lehendakari Ibarretxe a México y la apertura de la Delegación de Euskadi en DF. Ese fue el primer evento que cubrí. Durante varios años estuve realizando crónicas de cada evento vasco que se realizaba. Comencé a tomar fotos, a la gente le gustó y la iniciativa resultó un exitazo. El pistón bajó cuando pasé a vivir de DF a Querétaro, pero puedo decir que hoy contamos con un fondo de casi veinte mil fotografías, más de un millar de inscritos en la página, y unos cuatrocientos integrantes en la lista de correo.
También fuiste vicepresidenta del Centro Vasco, en tándem con Miren Aguirre.
-Somos buenas amigas y le propusieron a Miren ser lehendakari del Centro y ella me propuso acompañarle como vicelehendakari. La verdad es que fue una época muy linda, de gran actividad y de mucho trabajo en el Centro Vasco.
Hay mucho joven vasco trabajando en México, y empresas vascas.
-Sí, pero me parece que no se acercan demasiado a la Euskal Etxea. Algunos se emparejan y casan con mujeres mexicanas, pero me parece a mí que las mujeres mexicanas tiran mucho hacia su cultura y los hijos no tienden a participar del Centro. Sí que hay actividades bien consolidadas, como la Tamborrada en enero, que gusta mucho a los mexicanos y es más concurrida que San Ignacio o Aberri Eguna, me parece. Baztan Eguna reúne también a mucha gente; una buena parte de los socios de Euskal Etxea son de hecho navarros.
Preparáis ahora un ‘Emakume Eguna’.
-Será el sábado 28 de noviembre y consistirá en un encuentro solo para mujeres al que están invitadas todas las mujeres que han pasado por El Vasco. Las mujeres nos merecemos este pequeño homenaje. Lo están coordinando Itxaropen Palacios, Itziar Urquiola y Miren Aguirre y me parece fenomenal. Estamos muy ilusionadas y no hay duda de que resultará todo un éxito.