diáspora y cultura vasca
26/02/2013
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Boise, EEUU. Boiseko Ikastola fue creada hace quince años, con el objetivo de mantener la cultura vasca. A este centro acuden niños de entre tres y seis años, y una de sus profesoras es Irune. Hay más de 8.000 kilómetros entre Berriz y Boise, pero las nuevas tecnologías facilitan la entrevista.
-¿Qué tipo de vida llevas en Boise?
Aunque sea una capital, no es como otras ciudades de EEUU. Tiene el encanto de un pueblo más pequeño. Durante la semana trabajo hasta las cuatro de la tarde, y luego suelo jugar a pala una vez por semana; otro día, doy clases en el Museo Vasco, suelo ir a pasear con mis compañeros de piso, a tomar algo...
-Estuviste allí hace cuatro años, y has decidido repetir.
Sí, vine en 2008 y estuve durante 15 meses. Después me fui a Londes, y en 2012 me preguntaron desde el Museo Vasco si me gustaría volver y aquí estoy de vuelta. Como me dicen mis amigos de aquí, soy una vasco-americana más, estoy en mi salsa y conozco a la mayoría de vascos de la zona.
-¿Cómo es la ikastola?
Su nombre es Ikastola, pero en realidad es como un preescolar. Tenemos niños de entre tres y seis años. La crearon algunos padres euskaldunes en 1998, para que sus hijos pudieran estar juntos y mantener la cultura vasca. Ahora tenemos 21 niños, divididos en dos clases.
-¿Te llaman ‘Miss Irune’?
¡No! Los padres de algunos niños que no son vascos sí, Miss Irune, pero sino Irune o, los más pequeños, Teacher.
-¿Cómo viven el euskera los niños y padres de allí?
El grupo de este año y el de hace unos años es muy diferente. Aquel grupo hablaba casi todo en euskera, porque sus padres les hablaban en euskera en casa. En el grupo de este año los padres de cuatro niños sí saben euskera, pero no tiene facilidad para hablarlo con sus hijos, y no es fácil. Me esfuerzo, pero no hablan mucho euskera entre ellos... Eman (dar), hartu (coger), kontuz (cuidado), ez egin korrika (no correr), son algunas de las expresiones que utilizan.
-Se dice que la gente de la Diáspora está orgullosa de sus raíces. ¿Has notado algo así?
Si pregunto a mis amigos de aquí, ninguno dirá que es sólo americano; son vasco-americanos. Todos saben de dónde proviene su familia y cuáles son los pueblos de los alredores. Después, siempre llevan lauburus o tatuajes sobre Euskal Herria. Ponen nombre euskaldunes a los niños, y si se pierde por ser el segundo apellido, algunos se lo ponen como segundo nombre, por ejemplo Parker Arana Anderson o McKenna Kattalin... Los vascos de aquí siente sus raíces más que los de Euskal Herria y pelean más para mantener su lengua y su cultura.
La entrevista completa, en euskera, en la web www.anboto.org.
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