Importante triunfo de Pablo Hermoso de Mendoza en México; Un toro saltó al tendido, hirió a seis espectadores y fue apuntillado en la grada por el estellés (en Diario de Noticias)

Manuel Sagüés/Iruña-Pamplona. Pablo Hermoso de Mendoza cortó un rabo el domingo (madrugada del lunes en Navarra) en la monumental de México D.F. Un festejo que estuvo marcado por el salto de un toro al tendido; éste. después de herir a siete personas, fue apuntillado por el rejoneador navarro. Es la primera vez en sesenta años de historia de este coso que ocurre un hecho semejante.

El caballero estellés cuajó una extraordinaria faena al cuarto toro de la tarde, poniendo en pie al público capitalino, que acompañó con sonoros olés cada lance, embroque y los ajustados y emotivos galopes a dos pistas. Es el segundo rabo que corta Hermoso de Mendoza en la plaza más grande del mundo.

De este modo, Hermoso de Mendoza ha completado el mes de enero en México con 9 corridas de toros, 25 orejas, 3 rabos y 8 salidas a hombros por la puerta grande.

Hermoso sólo pudo justificarse ante el deslucido y muy peligroso toro que abrió plaza montando a Curro, Labrit, Silveti, Chicuelo y Pasafume. Ante el segundo toro de la ganadería de Montecristo, número 86, de 480 kilos de peso y de nombre Santorini , Hermoso, a lomos de Villa, Chenel, Fusilero y Dominguín, protagonizó una faena memorable en todos los tercios, aunque por su plasticidad y transmisión las cotas más elevadas las logró en la suerte de banderillas con Chenel.

El incidente

El festejo, además del rotundo éxito del navarro, pasará a la historia por el salto del segundo toro de la corrida a las localidades de barrera. Fueron unos momentos dramáticos que pudieron terminar en una gran tragedia, pero que afortunadamente se saldó con seis heridos sin mayor gravedad. Una mujer de 60 años, con una cornada menos grave, y un hombre de avanzada edad, con la cadera rota, son los heridos de mayor consideración.

El ejemplar, de la ganadería de Cuatro Caminos, que atendía a Pajarito , entrepelado, de 503 kilos de peso, que iba a servir para la confirmación de alternativa de Xavier Ocampo, saltó con tanta fuerza la barrera que el impulso le llevó hasta el tendido. Y, según informa mundotoro , "la casualidad permitió que el toro se apoyara en uno de los tejadillos permanentes que cubren ciertos burladeros del callejón (empresa, radio y televisión, etcétera) e, inmediatamente, volvió a apoyarse en la barrera para saltar hasta las localidades de la segunda fila, repletas de público, pues la entrada al coso es de las mejores de la temporada. Pisotones, derrotes, huidas, forcejeos, gritos..., todo para un saldo menor de lo que se sospechaba: oficialmente hay siete heridos de cierta consideración y gravedad".

Fue precisamente Pablo Hermoso de Mendoza, el subalterno lodosano José Manuel Rodríguez Facila, el rejoneador Felipe Vallina y el diestro Leopoldo Casasola, quienes saltaron al tendido para solucionar el incidente. El toro quedó enganchado en la fila de asientos metálicos, y allí mismo, Hermoso de Mendoza lo descabelló de forma certera.

El veterano (51 años) Manolo Arruza cortó una oreja del tercer toro, del que tuvo que soportar un puntazo que no le impidió continuar la lidia. Algo mermado, terminó con el complicado segundo de su lote sin acoplarse en ningún momento (silencio).

Xabier Ocampo, que confirmaba la alternativa, cumplió sin excesivo brillo ante un toro flojo y otro con genio. Regaló el sobrero, un toro de imponente romana de la divisa de Fernando de la Mora. El público pidió el indulto, pero el juez de plaza resolvió no atendiendo la petición de oreja para Ocampo y ordenando la vuelta al ruedo al toro.

Hermoso de Mendoza declaró una vez terminado el festejo que "he disfrutado más el este rabo que el del año 2000. Después de aquel 5 de febrero del 2000, uno piensa ya que son momentos que no vas a poder volver a vivir, porque hacen falta muchas coincidencias, pero, gracias a Dios, he podido repetirlo y lo he saboreado más que aquel día. El navarro continuó afirmando que "yo sabía que la gente estaba entregada y aunque el presidente se pusiera duro, yo sabía que, como dicen ustedes aquí (refiriéndose a los medios mexicanos) el rabo me lo tenía que dar a huevo".

Hermoso de Mendoza destacó la actitud de sus caballos, la entrega de los aficionados mexicanos y las ganas con las que regresaba a plaza México. El caballero concluyó mostrándose feliz "porque el público vuelva a entrar a la plaza, ya que nosotros mismos, los toreros, con todos los líos y dimes y diretes, lo habíamos sacado", reconoció.

(publicado el 31-01-2006 en Diario de Noticias de Navarra)

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