Elko, EEUU. El 34. National Cowboy Poetry Gathering dio comienzo este pasado lunes, con un gran impacto en la hotelería y restauración de Elko, que sigue las sesiones, talleres, recitales, demostraciones y conciertos que componen su completo programa. Bajo el título de Basques and Buckaroos (vascos y vaqueros) alrededor de 250 personas asistieron a la gala de inicio del encuentro, atraídas por la realidad cultural del mundo rural y popular estadounidense, entre cuyas manifestaciones se halla la cultura vasco-americana del Oeste, a la que la edición de este año ha dedicado un considerable lugar y esfuerzo.
Buena parte de los protagonistas vascos que exponen estos días su buenhacer en Elko proceden de esta misma zona, que alberga desde fines del siglo XIX a una significativa comunidad vasca. Otros han llegado de estados aledaños o más lejanos. Solo dos invitadas especiales de Euskal Herria: las bertsolaris Maialen Lujanbio y Oihana Iguaran. La docena bien pasada de otros bertsolaris, grupos, artistas, músicos, escritores e investigadores --en total casi una treintena de personas-- son vascos Made in USA, que realizan su aporte a la cultura vasca de este país, y a través de ello a la cultura del conjunto de Euskal Herria.
Ejerciendo de presentador, toma la palabra Bob Echeverria, veterano de la guerra de Vietnam y bien orgulloso de ello, no menos que de su herencia vasca. Es padre y abuelo de hijos y nietos vasco-americanos, que continúan la tradición que él recibió de las generaciones que le precedieron. Fue por años presidente de NABO, la federación nortemericana de entidades vascas, y suele explicar con orgullo que su hijo Dominic aprendió euskera, al tiempo que contempla con emoción cómo los hijos de éste se mantienen en la euskal etxea de Salt Lake City, en la vecina Utah, donde residen.
Bob Echeverria presenta al grupo dantzari Ariñak, de la euskal etxea de Elko. Bailan con la música en directo de Mercedes Mendive, otra elkotarra de pro, que esta semana tocará en diferentes ocasiones acompañada por el grupo Melodikoa, del que también forma parte su amiga Janet Iribarren. Todos ellos "tocan vasco", música tradicional y nuevas composiciones que suman a las grabaciones de los músicos vascos de la diáspora. Mercedes es una recording artist, con el CD Journey to Euskadi en su haber. Su marido, Fernando Lejardi, es un vasco de Euskal Herria que jugó en Florida como pelotari, y la hija de ambos, Nekane, apunta maneras con la importante herencia vasca en la que está creciendo en Elko, localidad por otro lado que ya desde fines del siglo XIX cuenta con presencia e influencia vasca en su historia.
Llegados desde el norte de Wyoming llegó el acordeón diatónico del trikitilari David Romtvedt y los variados instrumentos (desde el saxo al violín) que toca su hija Caitlin. Profesor universitario, músico e investigador, David no tiene lazos de sangre con Euskal Herria, pero viviendo en Buffalo, Wyoming no pudo sustraerse al influjo de la comunidad vasca local y terminó siendo el acordeonista del grupo dantzari local, de nombre 'Zaharrer Segi'. Se introdujo tanto en la cultura vasca que decidió aprender euskera. Hoy día no solo es euskaldun, sino que forma parte del programa lectivo de NABO, en colaboración con HABE, a través del cual aspira a convertirse en profesor de euskera de la euskal etxea buffalotarra. Padre e hija grabaron el año pasado un CD que no desmerece de ninguno producido en Euskal Herria. Es uno más de la producción de Basque Music Made in USA que se contribuye desde esta diaspora al acervo vasco común.
Con este entorno de vascos locales subieron al escenario las invitadas llegadas del Old Country, Maialen Lujanbio y Oihana Iguaran. Estos días se sumarán a bertsolaris que también cantarán en Elko, como Martin Goicoechea, de Wyoming, y Jesús Goñi, de Reno. Presentó y arropó a las jóvenes bertsolaris Joxe Mallea-Olaetxe que, aunque nacido en Munitibar (Bizkaia) lleva prácticamente toda su vida en EEUU, habiendo ejercido durante décadas en la Universidad de Nevada-Reno como investigador y profesor de Historia. Es autor de numerosos artículos y de un libro en inglés sobre el bertsolarismo, de modo que él se ocupo de introducir y de traducir al público allí presente los bertsoak de las europeas.
El festival contó con más aportes, como el de la poetisa y escritora nevadense Carolyn Dufurrena, que leyó algunos de sus textos y relatos. Le acompañó en algún momento David Romtvedt, que es autor de varias obras tanto en verso como en prosa, además de académicas y que cuenta incluso con una novela ambientada en el Oeste y con personajes vasco-americanos.
El público tuvo la posibilidad de preguntar y de comentar, en particular aprovechando la presencia de las bertsolaris y del privilegio que supone contar en el escenario con la campeona absoluta de bertsolaris de Euskal Herria, puesto del que se hizo acreedora el pasado mes de diciembre la hernaniarra Maialen Lujanbio.
Siendo la parte del programa dedicada a los vascos importante, la oferta del 34 National Cowboy Poetry Gathering recoge como cabe suponer otro gran número de entradas de poetas, cuentahistorias, artesanos y artistas del mundo popular y tradicional de todo Estados Unidos. Talleres, conferencias, actuaciones, demostraciones, recitales y todo tipo de eventos jalonan el programa, contando o cantando historias de pioneros, hasta, por ejemplo, cómo elaborar productos decuero en un rancho, incluidos los típicos sombreros.
Seguiremos los próximos días.