Iratxe López Bringas. «He aprendido a doblar la bandera de los EEUU y también a tener cuidado de que no toque el suelo, ¡si quiero conservar mi puesto! Lo digo en broma, pero ellos se lo toman muy en serio». Y tan en serio. Antes de cada partido suena el himno nacional, aunque el partido sea de categorías inferiores y los espectadores no lleguen a 50.
De este patriotismo algo ya sabía porque en 2013 se trasladó a Nueva York diez meses para coordinar las celebraciones del centenario de la Euskal Etxea y le acabaron nombrando secretario de la junta directiva. Esta actividad le valió de mucho en el proceso de selección para su actual trabajo, organizando todo lo relativo al Red Bull Arena. Y no fue nada fácil acceder a este puesto. «Me ha costado. Para atraer su atención, un amigo me ayudó a montar un video-currículo y tuve que pasar por varios procesos diferentes».
«Vivir aquí es como estar dentro de una película»
El día a día de Iker Goñi depende de los partidos y eventos que se vayan a realizar en el estadio. «Si es ‘Game Day’ -día de partido- todo el desempeño es por y para el partido. El horario es flexible para que podamos ajustarnos a las necesidades del negocio», dice. Aún recuerda el momento en que se incorporó, justo cuando celebraban la Front Office Cup, que básicamente es un torneo interno de fútbol con el objetivo de «hacer equipo». «Participaron un total de 100 empleados y, como curiosidad, en mi equipo jugaba el entrenador de los NYRB». En el aspecto cultural, donde más nota la diferencia es en la dieta. «La alimentación es típicamente americana: hamburguesas, perritos calientes, patatas fritas, pizzas, refrescos... Vivir aquí es como estar dentro de una película. Tienes infinitas posibilidades de entretenimiento».
En el último participaron 191 personas y solamente escogieron a cuatro. «Valoraron mi experiencia como organizador de los eventos del centenario de la Euskal Etxea de Nueva York. Pero sobre todo mi proactividad al intentar ese año traer a jugar a NY a la Euskal Selekzioa, al Athletic y a la Real, aunque esto último suene a sacrilegio viniendo de un socio compromisario del Athletic», se jacta este bilbaíno. Siempre ha sido muy emprendedor, así que finalmente consiguió su objetivo. Una vez más. No hay nada más que ver su trayectoria profesional.
Medalla de bronce
Estudió Administración y Dirección de Empresas en La Comercial de Deusto. Y en esa época ya empezaron a aflorar sus inquietudes por la gestión y el fútbol. «No tardamos en montar un equipo de fútbol y en dos años nos hicimos con la medalla de bronce del campeonato universitario estatal», rememora. Solo un año más tarde le escogieron para ser delegado de la facultad. Con la idea de continuar su formación en gestión, participó como monitor en la Ruta Quetzal BBVA , y el curso pasado asistió a la primera promoción de Ipurua Tallarra organizado por la Sociedad Deportiva Eibar y la EHU-UPV.
En la actualidad, profesionalmente contribuye a la gestión de una empresa de carácter familiar con veinte empleados en Getxo. «Esta experiencia posibilitó el año pasado que me nombraran miembro del Comité Consultivo de Repsol», cuenta. Un no parar. Pero donde más está aprendiendo a hacer negocio y a gestionar el espectáculo es en EE UU. Por eso se fue allí en busca de perfeccionar su pasión por el fútbol desde otro punto de vista, el de la gestión. «Pensé que una buena forma de seguir formándome sería en el New York Red Bulls. Se trata de uno de los dos principales clubes de futbol -’soccer’- profesional de Nueva York y es propiedad de la empresa Red Bull. Esta oportunidad me ofrece la posibilidad de aprender de una marca muy potente a nivel de marketing y además conocer desde dentro el «show» que montan en EEUU en torno a los eventos deportivos».
Justo eso, la forma de hacer espectáculo, es lo que diferencia el fútbol de Europa al de América. «El fútbol profesional en EEUU es más físico y de momento con menos talento que el europeo. Lo que se diferencia es el show que rodea al partido como tal. Antes del partido las aficiones suelen exponer pancartas gigantes, suena el himno de los EEUU, se hacen fuegos artificiales, mini torneos de fútbol callejero fuera del estadio, obsequios de merchandising…», resume. Si todo eso no fuera suficiente, además, en el descanso aprovechan para seguir entreteniendo al público mediante las pantallas gigantes y eventos en el césped. «Se puede consumir cerveza y ¡nunca faltan los perritos calientes!».
El trabajo de Goñi consiste en organizar todo lo relativo al Red Bull Arena, con aforo para 25.000 personas, antes, durante y después del partido. La temporada empieza en marzo y acaba en diciembre. «El jueves, por ejemplo, hemos tenido una reunión estratégica sobre el Business Plan para el 2017. Es muy curioso observar cómo establecen objetivos que no son estrictamente deportivos. Cuidan mucho la imagen de marca. Por ejemplo, está vetado el color verde en el estadio porque representa a su mayor rival en el segmento de bebidas energéticas. ¡Business is Business!».
Pero en EE UU no pierden de vista las competiciones europeas. «La Eurocopa es un tema recurrente de conversación, precisamente solemos comer viendo algún partido. Coincide que también se está jugando en EEUU la Copa América y se mezclan los comentarios de ambas competiciones». Están a todo. Tanto que este vasco comprobó cómo siguen el fútbol europeo, sobre todo, la Premier League y la Liga Española. «Cuando llegué conocían perfectamente la filosofía del Athletic y las gestas del Eibar. Sienten verdadera simpatía por ambos equipos».
Está feliz por su experiencia en el New York Red Bulls, pero tiene un objetivo muy claro y sabe que como en Euskadi «no se vive en ningún sitio». «Quiero aprender todo lo que pueda aquí para luego aplicarlo en casa», promete.
(publicado en El Correo)