diáspora y cultura vasca
16/02/2011
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Bilbao, Bizkaia. La presentación tendrá lugar mañana jueves 17 de febrero en la Biblioteca Bidebarrieta. Traductor de Sueños por Babilonia es el libro póstumo del joven poeta Sergio Oiarzabal (Bilbao, 1973-2010), que falleció repentinamente el pasado mes de junio a la edad de 36 años y se enmarca en un homenaje popular que dará comienzo a las 19:30 en el Salón de Actos de la Biblioteca Bidebarrieta.
Coordinado por Javier Arnaiz, colaborador de la Revista Zurgai, el homenaje contará con la presencia de Ibone Bengoetxea, concejala del Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Bilbao, Fernando Zamora, presidente de la Asociación Artística Vizcaína, Mercedes Acillona, catedrática de Literatura de la Universidad de Deusto, e Iván Répila, editor de Masmédula Ediciones.
En el transcurso del acto, diferentes artistas, escritores y rapsodas interpretarán y darán voz a la poesía de Oiarzabal en lo que espera ser una emotiva velada. En palabras de su editor, Iván Répila, Sergio Oiarzabal no es solamente “un autor fundamental en el catálogo de Masmédula y una de las voces más importantes de la poesía actual” sino que sobre todo y en el plano personal “era mi amigo”.
Obra póstuma
“Traductor de Sueños por Babilonia” cuenta con el prólogo del poeta Hasier Larretxea, quien describe esta cuidada obra como “un alfabeto de sueños”, “letras de un abecedario nuevo”, y “un destello de intensidad que palpita página a página”. El anterior libro de Oiarzabal, Delicatessen Underground: Bilbao Ametsak fue elogiado tanto por la crítica como por el público, convirtiéndose en uno de los libros de poesía más vendidos en España en 2009.
-Quienes deseen más información o quieran dejar sus comentarios sobre el evento y el libro pueden hacerlo en los blogs: Plataforma 29 de Junio y/o En memoria de Sergio Oiarzabal
SERGIO OIARZABAL
(Obituario publicado en el diario El País el día 25 de junio de 2010)
Murió mientras dormía. Tenía 36 años. No hay consuelo posible salvo su propia verdad: es un gran poeta. Y como todos los buenos bardos, tenía una cierta levedad, un dolor continuo, un gusto por el significado oculto de las cosas, el alma de un viejo minero que va buscando la pepita del poema en las entrañas de la vida y la muerte. ¿Cuántas veces cruzó la línea? La respuesta está en su obra. Fronteriza, desbocada, libre, refulgente, comprensible a pesar de lo hirsuto de su versificación, cálida como el corazón de tantos seres heridos por sí mismos. Siempre decía que su mejor poema era el que no había escrito. Nos los hemos perdido y también su prosa, a la que pensaba dedicarse cuando "fuera un poco más mayor", decía. Ganó muchos premios, y de entre todos el que le hizo más feliz fue el Miguel Hernández, poeta del pueblo y de la resistencia, como él, a quien siempre regresaba y con quien tanto quería. Extraña injusticia poética la que nos arrebata un poeta mayúsculo en el centenario del nacimiento de otro.
Ganó muchos premios, pero sobre todo lectores. Bilbao, su ciudad, a la que dedicó páginas llenas de emoción y dureza, fue testigo de su madurez poética y de su fama: la iglesia de Rekalde -su barrio- donde le despedimos no pudo siquiera dar cabida a los cientos de almas que se acercaron para honrar su memoria. Tal manifestación de amor y solidaridad sólo evidencia la fiera humanidad de un hombre único, de un poeta llamado a distinguirse por méritos propios de toda su generación y entrar en la reducida nómina de los artistas inmortales. Precisamente, una de sus grandes virtudes como creador fue la capacidad para desarrollar un lenguaje personal, que reconocía como iguales a escritores alineados en la búsqueda permanente de la expresión poética en tanto que proceso vital; admiraba a Larrea o a Rimbaud con la serenidad de sentirse cerca de ellos, en comunión con ellos, pero nunca su discípulo o su continuador.
Su último libro, Delicatessen underground (Bilbao ametsak), es prueba de su magisterio y testimonio de su frenética pulsión creadora, una obra extensa y compleja que será recordada durante años, como dijo Larrea, para el asombro de las generaciones venideras.
Tus amigos y editores no te olvidan.
Masmédula Ediciones
La mejor manera de recordar a Sergio, leyendo y compartiendo su legado, su pasión, su familia y amigos. Aupa Sergio. Besarkada bero bat.
Joseba, 17/02/2011 18:43
Noche Poética Homenaje a Sergio Oiarzabal, Viernes 18 de Febrero, 20:30, Onki-Xin Euskal Elkartea, Rekalde, Bilbao http://4.bp.blogspot.com/-z9XOsk0SrIE/TVfXiQxtJ8I/AAAAAAAABOs/-5PFYkXCIjo/s1600/sergio%2Brecalde.jpgCal
Carlos , 17/02/2011 16:23
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