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Chacabuco, Argentina. El Centro Vasco Guillermo Larregui de Chacabuco despidió el año de la mejor manera posible: apostando al futuro y poniéndole muchas fichas a los y las más jóvenes de la euskal etxea. Lo hicieron organizando para ellos un campamento, en el que participaron 30 niños y niñas, jóvenes pelotaris e integrantes del taller de danzas, entre 5 y 12 años. El evento se desarrolló del sábado 22 de diciembre al domingo 23 a la mañana, en el Club del Banco Provincia, y resultó todo un éxito.

Armar por primera vez una carpa, aprender a elaborar pintxos, juntar la leña para el fogón, cantar y bailar bajo las estrellas, dormir al aire libre con los amigos y amigas de la Euskal Etxea después de haber disfrutado juntos largas horas serán recuerdos imborrables para las 13 niñas y los 17 niños que compartieron el fin de semana. Junto a las actividades recreativas, el Centro Vasco organizó equipos para las distintas tareas y un grupo de adultos colaboró ayudando a preparar y servir la cena a los acampantes, otros asistieron en la preparación del desayuno y hasta hubo quienes realizaron un souvenir con mensaje navideño para todos los participantes. Todo según lo planeado, "incluso mejor de lo esperado", señalan desde la organización.

Postales del campamento para txikis de la euskal etxea chacabuquense para despedir el año

Evelyn Gasco, madre de Emma, una de las niñas que se incorporó al taller de txikis a mitad de año no oculta su satisfacción a EuskalKultura.eus. “Emma nunca dejó de ir al taller del Centro Vasco, porque le encanta todo lo que hacen y yo, como madre, dejo a mi nena con toda tranquilidad porque sé que la cuidan como si fuese su familia y eso para mí es maravilloso, me da tranquilidad. Del campamento, vino fascinada con todo y, lo más lindo es que ya está preguntando por el próximo año”, asevera.

Juliana Anchordoqui, directiva del Guillermo Larregui y coordinadora del campamento, explica por su parte que "la actividad tuvo un impacto altamente positivo". "Muchos niños nunca habían acampado, nunca habían tenido la experiencia, y se llevaron a casa un momento mágico, volvieron felices y agradecidos”. Preguntada por la posibilidad de repetir la propuesta, afirmó: “Pienso que lo volveríamos a hacer, de hecho muchos niños así lo pidieron. Hemos contado con un equipo de trabajo que acompañó en todo, desde la planificación, las compras, la preparación de las comidas, la organización de las actividades y el desarrollo del encuentro... No puedo sino expresarles mi más sonoro eskerrik asko; y también a todos los niños y niñas y a sus padres", resume a este boletín.

Zorionak, Chacabuco!