euskalkultura.eus

diáspora y cultura vasca

Noticias rss

Gran éxito del primer 'Txakolin Eguna' de Nueva York, benéfico, al aire libre y 'casi al modo de Euskal Herria'

09/05/2011

Aspecto general que ofrecía el 'Txakolin Eguna' órganizado el pasado 1 de Mayo en Manhattan (foto GarikoitzUdabe-Berria)
Aspecto general que ofrecía el 'Txakolin Eguna' órganizado el pasado 1 de Mayo en Manhattan (foto GarikoitzUdabe-Berria)

PUBLICIDAD

Numeroso público se congregó el pasado 1 de Mayo, domingo, en Manhattan, de la mano del restaurante vasco 'Txikito' de la propia ciudad nortamericana, en un evento gastronómico y benéfico. Se trataba de una degustación al aire libre, en una calle cerrada trasera cerrada al efecto, de distintas marcas de txakoli, e incluso de una de sidra vasca. Todo ello aderezado de bocados elaborados por diferentes chefs amigos, con una recaudación destinada a colaborar en la investigación contra la epilepsia. La crónica es de Begoña del Teso en El Diario Vasco.

Begoña del Teso. Se llamó 'Txikifest' porque lo organizaba Eder Montero, chef vizcaino propietario del restaurante 'Txikito' que se encuentra en el 240 de la Novena Avenida de Nueva York. Sucedió el 1 de mayo en una bonita calle de propiedad privada cercana a la gran avenida, la numerada 34-25. Se cerró al tráfico y se abrió a los admiradores del txakoli. Que son muchos en Nueva York, como puede atestiguar uno de los grandes importadores del vino con Denominación de Origen de Getaria: Andre Tamers.

Eder, su esposa Alex Raij y su socio en 'El quinto pino', su otro restaurante dedicado mayormente al tapeo, invitaron a bodegas guipuzcoanas de la solera de Ulacia, Talai Berri, Ameztoi o Etxaniz, sin olvidar tampoco a las mejores de la Denominaciones de Álava y Bizkaia.

Reclamaron igualmente la colaboración y complicidad de renombrados cocineros que ejercen en la Gran Manzana. Entre ellos, Ashley Christensen, propietaria del 'Poole's Downtown Diner', festejado en revistas como 'Bon Appètit'. Entre otros, Jim Lahey, un magnífico panadero del Soho. Entre ellos, Eimat Admony, un nativo de Tel Aviv cuya cocina mediterránea es alabada en Greenwich Village por 'poco pretenciosa y sabrosa'.

Todos juntos consiguieron los permisos imprescindibles para hacer la fiesta. No suele ser sencillo cerrar calles en Nueva York. Aunque sean traseras, particulares y no midan más de cien metros. Ellos lo lograron.

Contrataron seguridad, aceptaron que no pudiera haber bandas de música y a los padres que querían llevar a sus hijos les recordaron que las criaturas eran su responsabilidad. Por supuesto que no iban a probar el txakoli. Pero sí los helados (las 'paletas' se llama en spanglish a los polos) de otra amiga, una mexicana que en su heladería 'La neoyorquina' experimenta con sabores como el de aguacate espolvoreado con pimentón picante.

Ella, como todos los demás, se asombró de que el txakoli fuera un vino tan 'amigable', es decir: combinara tan bien con todas las propuestas de comida presentadas el domingo como acompañamiento.

Porque la más normal fue la del propio 'Txikito', una variación sobre el talo pero de masa más fina, más parecida a la de las arepas colombianas. Talo euskal latino relleno de txistorra y queso Idiazabal.

Los demás chefs se dejaron llevar por la imaginación. Los hindúes de 'Lassy' ofrecieron alubias con arroz. Los del 'Hurricane Club', comida con sabor asiático. Los austriacos de 'Eddie and the Wolf' propusieron espuma de espárragos.

Ashley aportó sandwiches de cerdo pasado por la barbacoa con guarnición de col y ajetes, y los hebreos de 'Taim' decidieron probar si el txakoli pegaba bien con el falafel, la bíblica croqueta de garbanzos y habas. No faltó la pizza, gentileza de la pizzería Co, vecinos de 'Txikito' en la Novena. Escanciar, romper... beber La fiesta, en la que participaron cientos de personas, fue un éxito.

Se prolongó hasta las cinco de la tarde. Acudieron sibaritas del vino, importadores, bodegueros de allá yde acá. Estuvo Gorka Izagirre,cosechero vizcaino de la bodega Iturrialde, gente de Ameztoi, viticultores de La Rioja (Luberri) y grandes catadores de prestigiosas revistas neoyorquinas de alta cocina.

Se escanció el txakoli, rompió en el vaso. Se bebió negro de Bizkaia y el primero en acabarse fue 'Rubentis', el rosado deAmeztoi. Todos quedaron citados para catar en mayo de 2012 la cosecha de este 2011.

(publicado el 03-05-2011 en El Diario Vasco)



« anterior
siguiente »

Relacionados

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

Las más leídas

Últimos comentarios

© 2014 - 2019 Basque Heritage Elkartea

Bera Bera 73
20009 Donostia / San Sebastián
Tel: (+34) 943 316170
Email: info@euskalkultura.eus

jaurlaritza gipuzkoa bizkaia