General Belgrano, Argentina. Llegó finalmente el día, y tal como habían soñado, el retoño del Árbol de Gernika que el Centro Vasco Gure Etxea de Tandil obsequió a su homónimo Gure Etxea de Gral. Belgrano crece ya en la plaza principal de esta localidad bonaerense. El pasado 27 de abril, en el marco del acto conmemorativo por el 87° Aniversario del Bombardeo de Gernika, se plantó junto al Monumento a las Banderas del Parque 1º de Agosto un vástago del Roble, uno de los numerosos ejemplares de que presumen y que cuidan con orgullo distintas ciudades y países de toda la Diáspora. El acto contó con el acompañamiento de autoridades municipales, dantzaris del vecino CV Zingirako Euskaldunak de Chascomús e integrantes y allegados al Gure Etxea belgranense.
Video del acto conmemorativo del 87° Bombardeo de Gernika en Gral. Belgrano
"Ante tanta destrucción, apostamos por la vida, a través de un símbolo, el Árbol, la semilla, que va a crecer con el cuidado de todos nosotros, y nos cobijará, a nosotros y a las futuras generaciones, por muchos años más”, afirmó Sonia Etchelet, lehendakari de Gure Etxea, dirigiéndose a los y las presentes en el acto de homenaje. Agradeció a todas las personas que de una u otra forma participaron en el traslado, cuidado y preparación del lugar donde fue plantado el ejemplar, y tuvo especiales palabras de reconocimiento para el centro vasco hermano de Tandil, por su apreciado regalo. En representación del Municipio de Gral. Belgrano, recibió, a su vez, formalmente, el ejemplar del retoño donado por la euskal etxea local, el secretario de Cultura, Deporte y Educación, Rodrigo F. Berte.
Ante la,barbarie del bombardeo, apuesta por el respeto y la vida, por los valores y la tradición democrática que simboliza el Árbol de Gernika, que crece y ofrece sus frutos al mundo, ahora también desde Belgrano
En la ceremonia tomaron también la palabra Natalia Urcola, profesora de euskera de la entidad, quien se refirió a la importancia y simbolismo de Gernika y de su Roble. Julieta Laborde y Catalina Martínez, dantzaris y directoras del grupo de baile Eusko Hazia de Zingirako Euskaldunak de Chascomús, quienes sumaron palabras alegóricas al homenaje y también folklore, Catalina bailó el aurresku y luego, como cierre del encuentro, ambas brindaron una clase abierta de danza tradicional vasca.