“Ha sido un gran encuentro”, resume a EuskalKultura.com Louis Iturriria, presidente del Kern County Basque Club. La Euskal Etxea de Bakersfield celebró su 43 picnic anual el pasado 22 y 23 de mayo y contó con una asistencia que superó incluso la del año pasado, en que la fiesta sumó al programa la convención anual de NABO. Una de las razones ha sido quizás la inclusión en el programa, tras varios años de ausencia, de los deportes rurales vascos: “Me alegró ver las gradas tan llenas de gente”, asevera Iturriria.
Bakersfield, EEUU. Bakersfield dio, una vez más, la bienvenida a los visitantes con una cálida temperatura "que llegó hasta los 37º C", recuerda Iturriria, nacido en Bakersfield en el seno de una familia navarra. Pero el termómetro no amilanó a la gente; todo lo contario, el picnic acogió a unas doscientas personas más que en la edición del año pasado.
Los organizadores sirvieron alrededor de 1.500 comidas y contabilizaron dos millares de asistentes a lo largo del fin de semana. “La gente dice que es un festival muy bien organizado”, apunta Iturriria. “Pero no sabría decir la razón de su éxito. Tenemos la suerte de cntar un edificio hermoso, con un gran frontón renovado y con un precioso parque, con árboles y sombra. El de Bakersfield es uno de los festivales (vascos) anuales más grandes de EEUU”, afirma.
Riki Lasa, uno de los aizkolaris que visitó la localidad desde New England, en el extremo opuesto del país, le comentó a Louis que estaba maravillado con tantos niños y jóvenes bailando. “Me dijo que le ecantaría poder ver eso algún día en .jpg)
New England”. Con varios grupos en el programa, las exhibiciones de danza sumaron un par de horas a lo largo del día.
Deportes rurales
La pelota cuenta con un gran número de aficionados en Bakersfield. Los pelotaris llegados este año de Euskal Herria fueron Sergio Larraya, Inaki Etchegoin, Ibai Iriarte y Asier Lopez Irigoyen. Esku-huska, la modalidad a mano, es siempre sinónimo de éxito en la localidad californiana aunque, en esta ocasión, los deportes rurales se llevaron la palma. Los asistentes gozaron de un campeonato de aizkolaris y de una exhibición de levantamiento de piedra (en lugar de piedras utilizaron maderas; un material más fácil de transportar y menos pesado, pero que sirve en las exhibiciones para mostrar la técnica al público). En el primero de los deportes midieron sus fuerzas dos atletas de la costa oeste --los aizkolaria Juan Brana, de Reno, Nevada, y Jose Tellechea, de Novato, California-- y dos de la costa este --Riki Lasa y Francisco Gandiaga, ambos de New Englan--; finalmente, el equipo local fue el vencedor.
Ambos deportes registraron un éxito absoluto: “Me sorprendió ver las gradas tan llenas de gente”, apuntó Iturriria. “Hemos tenido deportes rurales con anterioridad, pero hacía tiempo que no organizábamos algo similar. A la gente le encantó. El año que viene volveremos a traerlos. Les agradezco mucho el esfuerzo que hicieron”, comenta.
A la pregunta de si Bakersfield podría iniciar su propio equipo de herri kirolak, en vistas del alto número de jóvenes con que cuenta, el presidente comentó que “ya se verá”. “Si ellos quisieran, nosotros nos animaríamos”.
Milesker, Kristie!
El picnic de este año ha sido muy especial para la dantzari Kristie Onaindia quien, tras 23 años como instructora de danzas con el grupo infantil, ha decidido retirarse. “Éste ha sido su último año y también el último picnic en el que ha visto a sus estudiantes bailar. Kristie ha realizado un gran trabajo y, si los bailes vascos gozan de buena salud en Bakersfield es en gran medida por su empeño”, concluye Iturriria. El programa de la fiesta dedicó varias páginas a la carismática dantzari.
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