Joseba Etxarri. No es pan de cada día que un programa vasco de radio celebre sus bodas de plata. Pero es el caso de Presencia Vasca, emisión radial semanal que durante 25 años ha alimentado, a través de las ondas --inicialmente-- y hoy también de la red, dónde y en la argentina provincia de Entre Ríos, en su capital, Paraná, las ansias de conocer y compartir noticias, música, sentimiento y vocación vasca de los entrerrianos de ese origen, o de esa adscripción. Federico Borrás Alcain es paranaense, abogado, periodista y, en su vertiente vasca, fue presidente por más de una docena de años de la Asociación Vasca Urrundik de Paraná, así como su txistulari, fue dantzari y sigue a día de hoy siendo director y conductor de Presencia Vasca, programa que emite Radio Universidad de la capital entrerriana.
Zorionak, enhorabuena...
-Gracias, eskerrik asko...
Presencia Vasca ha entrado por derecho propio en la historia de la radiodifusión vasca. ¿Ha costado mucho llegar hasta aquí?
-Ha habido de todo. Es posible que en algún momento no haya sido del todo fácil, pero qué duda cabe de que el balance es totalmente positivo. Los escollos que haya podido haber se han vencido. ¿Cuántos de quienes trabajamos por lo vasco no hemos tenido en algún momento que desarrollar nuestro trabajo voluntario y, por ejemplo, poner de nuestro bolsillo para que proyectos y actividades pudieran continuar? Más allá de los problemas puntuales está la satisfacción de poder aportar y de hacer posible que otros participen y contribuyan a mantener la identidad y nuestra cultura ancestral.
En tu caso, tu abuelo, Raúl Alcain, fue la persona que te introdujo en lo vasco.
-Estaba muy identificado con ello. Mantenía muy arraigado el sentimiento de pertenencia. Ya mayor, participó, en 1987, con 75 años, en el II Congreso Mundial Vasco y me trajo como regalo un txistu de plástico. Yo estudié el instrumento por mi cuenta, recibí clases de Guillermo Canut, de Rosario, y de manera más autodidacta que otra cosa me hice txistulari, también dantzari. Recuerdo cuando teniendo yo 10 u 11 años me llevó al primitivo centro vasco, que él y otros habían refundado poco antes, para formar el grupo de baile.
Juntos iniciásteis en 1990 Presencia Vasca.
-Él fue el iniciador y yo, que entonces tenía 15 años, le ayudaba. Dirigió el programa hasta que me pasó el relevo. Murió con 96 años y en todo momento fue nuestra inspiración, particularmente en lo que a lo vasco se refiere.
Viajas por primera vez a Euskadi en 1996.
-Fue para la primera edición del programa Gaztemundu del Gobierno Vasco. Nos juntamos jóvenes de diferentes países que nunca habíamos pisado tierra vasca más que en sueños. Recuerdo que acercándose el avión a Sondika, mirando emocionado a través de las ventanillas, me di cuenta de que la chica de al lado, también estaba emocionada, lagrimeando. El viaje, lo que vi y aprendí, me reforzó en mis convicciones sobre el Pueblo Vasco y su gente. Quizás me sorprendió que muchos no supieran demasiado de los vascos de la Diáspora.
25 años de radio suponen muchos cambios, para empezar tecnológicos.
-Inicialmente nuestra audiencia abarcaba las ciudades de Paraná, Santa Fe y poco más. Hoy día se nos escucha también por internet y nuestro alcance y las facilidades para acceder a información, música, etc. son incomparables. Durante muchos años la información nos llegaba a través de periódicos, con dos o tres meses de retraso. Siempre nos hemos centrado en transmitir una imagen positiva del País Vasco, bellamente idealizada, porque para cosas negativas ya hay otros medios. Se trata de transmitir lo que sentimos en nuestro fuero interno, porque para mí Euskal Herria, Euskadi, es un lugar maravilloso. Algo que siempre me gratificó mucho fue que nos escuche gente que no tiene que ver con lo vasco, sea por los comentarios o por la música.
¿A por otros 25?
-Como hasta ahora, poco a poco. Soy optimisma. Hoy día no hay emigración vasca, en Entre Ríos se paró en los primeros años del siglo XX. Pero aun sin emigración surgimos nosotros, por ejemplo. Y siguen surgiendo nuevos centros. Eso no ocurre en otras colectividades. Por otra parte, vemos que gente que no tiene ancestros vascos se nos acerca y se nos une. Tenemos gente joven. Ahí está nuestro reto. En Argentina hay mucha simpatía hacia lo vasco, pero si no lo sabemos encauzar se irá diluyendo. Como dice el profesor Mikel Ezkerro, tenemos que fortalecer el sentimiento con el conocimiento.