Aia, Gipuzkoa. "Su muerte acontecida en la madrugada de hoy nos ha pillado a muchos por sorpresa", nos comentaba nuestro director, Joseba Etxarri, al ser consultado sobre Juan Rekarte. "Desconocía que hace pocas semanas le hubieran encontrado un cáncer, no era público". "Era un buen amigo, un euskaltzale de tomo y lomo y todo un trabajador comprometido por nuestra cultura. Coincidimos en muchas ocasiones, por ejemplo cada Feria de Durango o cada encuentro del Idazleen Biltzarra de Sara, en los que él, junto a su mujer Pat, comparecían con su propio stand en su carácter de militantes comprometidos más allá de lo exigible con la cultura, en su caso con el patrimonio musical vasco, que se empeñó en recuperar, dejando como legado un repertorio ingente de grabaciones de piezas de autores clásicos vascos que, a través de su sello Ausart Records - Klasikart, ha ido presentando y difundiendo a lo largo y ancho de Euskal Herria en las últimas tres décadas".
"Era sin duda una persona comprometida con el país y con su cultura, y lo era desde su posición e historia personal de vasco-venezolano, de vasco de la Diáspora. Su mujer Pat nos comentaba que Juan no pudo este año asistir al encuentro anual vasco-venezolano que organiza la Asociación Simón Bolívar que conduce Amaya Zenarutzabeitia y que lo sintió, aunque a través de amigos le comentaron que resultó todo un éxito".
"Muchos se extrañaron de su no asistencia el pasado Lunes de Pascua a la Feria del Libro de Sara", continúa Etxarri, señalando que "en mi caso, le saludé personalmente, sin imaginar para nada que iba a ser la última vez, en la celebración del Día Internacional de la Diáspora Vasca que realizamos el pasado 8 de septiembre en el Hotel Unanue de Donostia, en la que participó con entusiasmo, compartiendo mesa y conversación con vascos de otros lugares de nuestra geografía diaspórica y reencontrándose con viejos amigos vasco-venezolanos".
Gogoan Bego, Juan Rekarte, eta eskerrik asko handi bat!
Besarkada handi bat Pat-i, Iona eta Manex-i.
Artículo sobre Juan Rekarte que firma Jose Felix Azurmendi y publicamos en nuestra sección de colaboraciones.
"Ha muerto Juan"
Ha muerto Juan Rekarte Uranga, para los vascos de la diáspora venezolana el hijo del doctor Rekarte, pediatra de varias generaciones de niños vascos. Juan nació en Caracas, estudió el bachillerato en los marianistas de Gasteiz y la ingeniería naval en Newcastle, donde conoció a Pat, con la que se casó y tuvo dos hijos: Iona y Manex. Trabajó unos años en lo suyo en Venezuela, se trasladaron luego a Inglaterra pensando que estarían mejor allí, y a primeros de los ochenta recalaron de vacaciones por Hondarribia y decidieron que su lugar estaba en Euskadi. Recogieron sus enseres británicos y se instalaron en Hondarribia por unos años, mientras Juan, con sus propias manos y ayuda de amigos se construyó una casa de Aia, plantó cientos de árboles y se integró con su familia en la lengua, la cultura y el ambiente de las gentes de Aia, Orio y Zarautz.
No tardó Juantxu –para nosotros siempre ha sido Juantxu– en elegir la que sería hasta su muerte la aportación a la cultura vasca: un editora de música clásica vasca que perpetuara obras, casi siempre de autores religiosos, en riesgo de arrinconamiento, si no de desaparición. Su compañía discográfica AusArt Records, se creó en 1994 para popularizar el repertorio clásico vasco en el mundo, servir de plataforma a los artistas vascos y recuperar grabaciones antiguas caídas en el olvido. Juan y Pat han participado durante años en la Feria de Durango, su trabajo ha sido ingente, como lo atestiguan los centenares de grabaciones disponibles en el catálogo de Klasikart – Basque music.
El domingo pasado le visité en el Hospital de los altos de Zorrotzaurre. Lucía un tiempo espléndido de primavera, el sol se colaba en la habitación y a Juantxu no le pasó desapercibido. Hicimos un repaso de nuestras vidas, de la de él sobre todo, compartidas en distintas fases y circunstancias desde 1967. Estuvo lúcido, nos emocionamos un par de veces, agradeció los cuidados y las atenciones de la gente del hospital, y se felicitó por tener a Pat y los hijos en esas circunstancias. Creo que era consciente de que se iba y se lamentaba de no haber tenido ocasión de dar el pésame a la familia de Ansorena, ese hombre que tanto hizo por la música y la cultura de este país. Tan crítico él siempre con la marcha de Euskadi, hizo un balance muy positivo de los avances de nuestra sociedad, de todo lo que se había construido en esta Euskal Herria de sus amores en las últimas décadas. Me volvió a decir que tenía que leer Martutene, y le prometí que lo haría, que es la única manera de saber por qué le interesó tanto, por qué le pareció un documento obligado para las gentes de nuestra generación de familias abertzales. Con Juan Díaz de Rekarte Uranga se ha ido un testigo privilegiado de la historia y la vida de la Euskadi de nuestros padres y nuestros hijos. Queda su obra, de la que su padre, un melómano empedernido, estaría orgulloso, de la que Pat, Iona y Manex tienen motivos sobrados para estar orgullosos.
Jose Felix Azurmendi