Un centenar de personas participó el pasado sábado en Galdakao en el XXII Encuentro Vasco-Venezolano, que reúne a personas y familias retornadas a Euskadi que han nacido, crecido o residido en el seno o en contacto con las euskal etxeas y colectividades históricas vascas de Venezuela. Organizada la jornada por la asociación Simón Bolívar, que encabeza Amaya Zenarutzabeitia, los reunidos se sumaron a la entrega de un detalle y reconocimiento que se dedicó, a sus 89 años, a Joxean Elgezabal García (ver galería de fotos)
Galdakao, Bizkaia. El Encuentro Vasco-Venezolano, que este año ha llegado a sus vigésimo segunda edición, tiene lugar cada año en fin de semana posterior al 19 de abril, fecha patria de conmemoración de la Independencia Venezolana. Si bien inicialmente su celebración bailaba entre distintos territorios de Euskal Herria, desde hace un buen número de años se ha asentado en Galdakao.
Comenzó, como cada año, con una misa por los fallecidos de la comunidad vasco-venezolana en la Parroquia de Andra Mari, para dar paso a la tradicional comida de hermandad, en el restaurante Gambrinus, con un menú de comida venezolana al que asistió un centenar de personas, "95 adultos y 7 niños", concreta desde la organización Amaya Zenarutzabeitia.
El objeto de la jornada sigue siendo conservar el sentido de comunidad y de identidad que reúne aportes de ambos países y culturas; y proporcionar un marco de encuentro a todas aquellas personas y familias que nacieron, crecieron y convivieron en el seno de la pequeña pero potente y organizada Euskadi que un día formaron en el país caribeño los integrantes de su comunidad y de sus centros vascos; y transmitir esa historia y vivencias a las nuevas generaciones.
En el evento del sábado, Mikel Tafuri López, de 18 meses, fue el participante más joven; y Joxean Elgezabal García, el de más edad. Precisamente a Joxean Elgezabal se le hizo entrega del regalo y del reconocimiento que se rinde cada año a una de las personas de la colectividad. Gorka Alvarez Aranburu, director para la Comunidad Vasca en el Exterior y partícipe de la jornada, se ocupó de ello. Iñaki Anasagasti se hallaba asimismo entre los asistentes.
El día se desarrolló en un excelente ambiente, entre saludos de personas que hacía, en algunos casos 20 años que no se veían, conversando sobre mil y un vivencias y anécdotas o entonando incluso algún canto.
Un par de participantes nos pidió que agardeciéramos públicamente a la organización, en particular a Amaya Zenarutzabeitia, el trabajo que se toma en mantener a la comunidad vasco-venezolana conectada, y así lo hacemos.
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