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Roldán, Argentina. Tal como anunciara EuskalKultura.eus, el 1 de junio se llevó a cabo la Asamblea convocada para resolver bajo qué forma jurídica continuará desarrollando su actividad Euskel Biotza, la euskal etxea fundada en la localidad santafesina de Roldán hace más de tres décadas. Los participantes resolvieron dar de baja la personería jurídica y ya han iniciado los trámites para hacerlo efectivo. Pero... no nos confundamos, porque están muy lejos de bajar los brazos en su empeño por difundir la cultura vasca. Tan es así, que ese mismo día su grupo dantzari participó representando a Euskal Herria en la celebración de los 153 años de la vecina localidad de San Jerónimo Sud.

Son pocos pero su grado de compromiso no es por ello menor; siguen viviendo su vasquidad con entusiasmo y convicción, llegando hasta donde pueden, con realismo, sí, pero diciendo presente con firmeza

La Asamblea fue, sobre todo, para formalizar una decisión que el grupo ya había tomado. “El tema estaba muy hablado y no encontramos otra salida. Somos pocos, pero nuestra intención es seguir trabajando en la medida en que sea posible, con las herramientas que tenemos, sin querer dar un paso más grande del que se pueda”, explica a EuskalKultura.eus la presidenta de Euskel Biotza, Maricarmen Schalch. Entre las actividades que ya han reanudado, la danza ocupa un lugar central. El grupo de adultos retomó sus ensayos hace dos meses y el pasado viernes comenzó su actividad el grupo de txikis, bajo la dirección de Gabriela Menghi.

En el 153° Aniversario de San Jerónimo Sud

Tras tres años de dificultades para juntarse y llevar adelante los ensayos con constancia, finalmente el grupo de dantzaris tuvo una nueva oportunidad y la supo aprovechar. Fueron invitados a participar en los festejos por el aniversario de San Jerónimo Sud, evento que contó con la presencia de una muy importante cantidad de vecinos, autoridades y representantes de instituciones locales y de la zona.

“Estamos contentos de volver a bailar y de volver a presentarnos. La experiencia volvió a ser muy grata, con mucha energía, mucha pasión y mucho placer”, afirma con convicción Ignacio Escalante, dantzari y tesorero de Euskel Biotza. El festival se llevó a cabo frente a la histórica Estación del Ferrocarril y el grupo roldanense, que compartió el escenario con grupos folclóricos y ballets de otras colectividades, bailó Arku dantza, fandango y arin arin. Brindó una muy aplaudida actuación, y, por si fuera poco, recibieron también una invitación para presentarse nuevamente en el mes de octubre.

Euskal Biotza continúa haciendo honor a su nombre, 'corazón vasco'. Hori hori, aurrera Euskel Biotza!