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Buenos Aires, Argentina. El mus, tradicional juego de cartas con más de 200 años de historia, se juega en la Argentina en clubes, boliches y, por supuesto, en las Euskal Etxeak. Aunque existe en el país casi un centenar de centros vascos, solo 20 de ellos organizan campeonatos oficiales. Jugado en gran medida entre hombres y, en general, adultos, el reto hoy es incorporar a más mujeres y, sobre todo, a la juventud de ambos sexos, al objeto de asegurar la renovación generacional. Se organizan para ello diferentes cursos y talleres.

“Siempre deseamos que se sumen nuevos centros vascos, de a poco, estamos trabajando en eso. Centros como el de Bahía Blanca, o el de Villa María en oportunidades han querido arrimarse, aunque no se ha conseguido, pero es nuestro deseo que se sumen más”, declara a EuskalKultura.eus el macachinense Fernando Mujica, presidente de la Federación de Mus local.

Torneos y talleres de mus, mujeres y euskera

Entre los centros que trabajan por impulsar el juego se cuenta el Denak Bat de Mar del Plata, que dictará en breve el “Taller de Mus 80° Aniversario”, a cargo de Luis María Vicente. Serán tres encuentros, el 20 y 27 de marzo y el 3 de abril. Por su parte, Gure Etxea de Tandil, acaba de iniciar su “Taller de mus para principiantes”, dándose el caso atípico de que es una mujer, Graciela Confalonieri, quien tiene a su cargo el taller, en el que participan 11 mujeres y 3 hombres.

Euskaltzaleak de Buenos Aires es otra de las instituciones que se sumará a la difusión con el dictado de un taller de mus, en este caso con la cualidad y el propósito añadidos de que el juego se desarrolle en euskera.

El próximo agosto, Itxaropen de Saladillo acogerá el 43° Torneo Nacional de Mus y la pareja ganadora representará a la Federación Argentina de Mus en el Campeonato Mundial, que se disputará en Chile en el mes de octubre. Recordemos que cada euskal etxea realiza su torneo interno, clasificatorio para participar en el nacional, y que las parejas participantes en el Torneo Nacional deben ser socios de la Euskal Etxea y lo hacen en representación de la misma. El proceso se repite en cada país participante.