Trujillo, Perú. Al igual que otros muchos centros vascos del mundo, Euskal Etxea de Trujillo trabaja en este momento en la preparación de las actividades que desarrollará la semana del 8 de septiembre, Día de la Diáspora Vasca, "en conmemoración y reivindicación del hecho de los vascos y vascas, y de las comunidades vascas del mundo, y de su aporte al tronco vasco común", explica a EuskalKultura.eus su presidente, Wilfredo Lizarzaburu Muñoz.
Junto a ello, Lizarzaburu señala que la euskal etxea trujillana ha recibido esta pasada semana su "primera visita de Euskadi desde el inicio de la pandemia", "tres jóvenes abogadas recién egresadas de la Universidad del País Vasco. Garazi Sainz, Naia Gandra y Garazi Sanz". "Llamaron por teléfono y preguntaron si podían visitar la sede y conversar, cosa que hicimos". "Les llamó la atención nuestra existencia, desconocían que hubiera una diáspora vasca organizada y se emocionaron al ver la ikurriña", relata.
En octubre en la Semana Vasca
"Llegaron a Trujillo después de recorrer el sur de Perú durante 20 días. Ya sabes cuáles son nuetras posibilidades, de modo que, modestamente, tratamos de hacerlas sentir como en casa. De aquí partieron hacia Piura; hicimos las coordinaciones necesarias y uno de nuestros asociados las recibió allí y se desplazaron a Máncora. Visitaban el Oriente y La Selva e Iquitos". "La anterior visita de Euskal Herria a nuestro local fue poco antes de la pandemia, cuatro jóvenes cooperantes", resume Lizarzaburu.
El presidente e incansable animador de Euskal Etxea de Trujillo —oficialmente el centro se senomina Centro Cultural Vasco Peruano de Trujillo— destaca ilusionado que viven con entusiasmo la preparación del Día de la Diáspora, que han formado un grupo para ello, y que en su caso particular sus planes son viajar, de su propio pecunio, y participar a principios de octubre en Argentina de la Semana Nacional Vasca en la localidad pampeana de Macachín.