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Palma, Mallorca. La Euskal Etxea Artea de Mallorca ha vivido unos días de mucho ajetreo, como todos los años, con su participación en las Fiestas de Illes Balears. Pero este año su aportación ha sido nueva... y sabrosa. En años anteriores el centro se había sumado a un encuentro de casas regionales de la isla, que el año pasado, a causa de la crisis, no se celebró. "Este año el ayuntamiento nos ha propuesto participar en el mercado medieval con una 'parada' (stand), en la que hemos vendido productos vascos y pintxos", explica la directora del centro, Itsaso Esnal.

La caseta vasca obtuvo un gran éxito y, en palabras de Esnal, "estuvo hasta arriba de gente". En la 'parada' el centro vasco ofrecía productos como vino de Rioja Alavesa, txakoli de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, sidra y una selección de pintxos que arrasó entre los visitantes: txistorra, queso Idiazabal, mayonesa con txatka y piparras. "Unos pintxos muy simples, para no complicarnos, pero que tuvieron mucho éxito", comenta Esnal.

[Aina Calvo, alcaldesa de Palma, fue una de las personas que se acercaron al stand vasco (foto MallorcaEE)]

El centro se muestra muy satisfecho con su participación en las fiestas. "Es muy positivo que nos conozcan y sepan cómo somos. Al ser una isla la gente es muy cerrada y hay mucho desconocimiento en el tema de Euskal Herria. Nosotros queremos dar a conocer lo nuestro, pero siempre integrándonos en la isla", subraya. "Nos parecería mal venir y no respetar lo de aquí. Es algo que nos han hecho a nosotros y nosotros no queremos hacer allá donde vamos".

Lazos culturales 

Esta filosofía es la que prima en la mayoría de las actividades del centro vasco, según explica su presidenta: "Realizamos una Semana Cultural en invierno y otra en verano, en las que tratamos de fomentar intercambios entre lo vasco y lo mallorquín. Cuando trajimos bertsolaris, por ejemplo, hicieron 'picas' junto a los glosadors de la isla y ahora ya se conocen y han organizado otros eventos entre ellos. También hicimos un intercambio de txistularis y xeremías, una especie de txistu tradicional mallorquín", comenta Esnal.

[Miembros del centro vasco durante la comida popular (foto MallorcaEE)]

Entre las actividades habituales de la Euskal Etxea, Esnal destaca las clases de catalán y euskera ("¡Tenemos un euskaltegi!", dice), el coro y las partidas de mus. El centro tuvo un equipo de fútbol y también se daban clases de euskal dantza. "Desde aquí aprovecho para pedir un profesor de dantza, porque era una de las actividades que reunía a todos el mundo, desde txikis hasta aitites y amamas", concluye. 

Más información, en la web de Euskal Etxea de Mallorca, aquí.