Comodoro Rivadavia, Argentina. Hace más de tres décadas la Asociación Euskal Echea de Comodoro Rivadavia recibía regularmente donaciones de libros, en su mayoría del Gobierno Vasco. La incansable vascófila Dora Huiche, recientemente fallecida, vio entonces la necesidad de organizar esos materiales e inició así la Biblioteca del Centro. El pasado año, la euskal etxea más austral del mundo celebró su centenario, revisitó su historia y, entre los objetivos trazados, surgió la necesidad de revitalizar la biblioteca y crear un archivo histórico. Paula Zuluaga e Iñaki Montoya, dos jóvenes profesores de Historia, dantzaris e integrantes de la Comisión Directiva de la euskal etxea patagónica asumieron el reto y están actualmente coordinando esas tareas.
Pensando en potenciar la Euskal Etxea como una institución de puertas abiertas, presentaron un proyecto de extensión universitaria en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, institución que brindó aval académico y acompañamiento a la actividad. En mayo de 2003 la Secretaría de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación abrió la convocatoria al programa "Colectividades Argentinas" para promover y visibilizar diversas acciones ligadas a las colectividades inmigrantes en todo el territorio argentino. Presentaron allí el proyecto, que fue seleccionado y les permitió acceder a un subsidio.
Una biblioteca activa
Han concluido ya la primera etapa, la limpieza, orden e identificación de los materiales bibliograficos. Además, han realizado algunos arreglos en el sector del edificio donde se halla la biblioteca, incluyendo el arreglo de ventanas y remozado de los baños, a fin de modernizar el lugar y proteger los materiales de la humedad. Actualmente se encuentran en la siguiente etapa, realizando el inventariado de los libros, en lo que han avanzado significativamente. Una vez finalizado el inventariado, aspiran a inscribir la biblioteca en registros oficiales, municipales o provinciales, para darla a conocer.
Tienen asimismo la ambición de dinamizarla "con todo tipo de actividades, para que la comunidad, y no solamente los socios de la Euskal Etxea, la conozcan y utilicen". Quieren, de hecho, que sea "una biblioteca activa, en constante relación con instituciones y con la gente, con la persona común y también con investigadores y estudiantes". “Es mucho el trabajo por hacer, tenemos más de mil libros y revistas. Sabemos que algunas están solamente en este Centro Vasco y en ninguna otra institución de la ciudad. Creemos que una biblioteca tan rica como la nuestra puede ser un aporte muy significativo”, relata a EuskalKultura.eus con vehemencia Iñaki Montoya.
Nuevo Archivo Histórico
Conjuntamente con la reactivación de la biblioteca se planteó el proyecto de iniciar un Archivo Histórico que resguarde los documentos antiguos del Centro Vasco que sean significativos tanto para el socio como para toda la comunidad. Fotografías antiguas de socios, diarios antiguos, documentos y libros de actas, por ejemplo. “La construcción del archivo es un proceso sumamente complejo, que tiene un montón de etapas, y estamos en la inicial. Tenemos la fortuna de contar todavía con el primer libro de actas de reuniones de nuestra institución, que tiene 100 años. Necesitamos preservar esas cosas de una manera correcta, porque son el testigo del trabajo y el recorrido que ha hecho la comunidad vasca en Comodoro Rivadavia”, afirma con entusiasmo Montoya.