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Jon Fernández/Bilbao. El Gobierno Vasco se ve, de alguna manera, con las manos atadas. Prefiere no dar ningún paso más sin tener garantizada la legalidad del proceso selectivo, aunque espera abrir definitivamente el Etxepare este mismo año. El retraso no entraba en los planes de la consejería de Cultura, que responsabiliza de la situación al anterior gabinete del PNV por «las prisas» y «agobios» a la hora de crear el 'Cervantes' vasco. «Se ha producido una cadena de errores administrativos», se llegó a lamentar hace unos meses la consejera de Cultura, Blanca Urgell.

El decreto recurrido fue aprobado a última hora por la anterior consejera de Cultura, Miren Azkarate, y debió corregirse semanas después al olvidarse la exigencia del inglés en seis de los puestos. También se detectó que se habían engordado por error los sueldos de la plantilla, algo que en principio no afectaría a las oposiciones. Sea cual sea la decisión del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), el proceso de contratación de los trabajadores no culminará hasta que la sentencia sea firme. ¿La parte positiva? Que entonces los empleados tendrán ya todo preparado para ponerse manos a la obra.

Mientras ha durado el parón, la viceconsejería de Política Lingüística no se ha quedado de brazos cruzados. Primero inició las obras para acondicionar como sede provisional un local del Ejecutivo autónomo en el número 7 de la donostiarra calle Prim ante el retraso que acumulan las futuras oficinas del organismo en Tabakalera. Costó alrededor de 250.000 euros. Y, una vez culminada esa reforma, el área dirigida por Ramón Etxezarreta ha amueblado el local por 50.173 euros. Ahora faltan los equipos informáticos... Y el personal, claro.

En medio de esta travesía del desierto, en la Administración vasca han intentado cerrar otro frente: el nombramiento de un director. El puesto está aún vacante, aunque en Cultura barajan ya varios nombres. En unos pocos meses se sabrá quién es el elegido, pero se da por hecho que será una persona vinculada estrechamente al mundo de la cultura vasca o el euskera, que además hable el idioma autóctono. Mientras, la consejera tiene asumidas sus funciones de forma provisional y lleva personalmente todas las gestiones. No será por mucho tiempo. «Habrá un director a mediados de año», avanza Etxezarreta.

El limitado peregrinaje de lo que algunos han bautizado ya como el 'Instituto Fantasma' no parece haber despertado el más mínimo interés en los grupos de la oposición. Ésa es la conclusión que se puede sacar si se echa un vistazo a las iniciativas parlamentarias. La única registrada ha partido del PNV y data de hace tan sólo dos semanas, pero poco tiene que ver con el ámbito cultural. Se trata de un escrito dirigido al delegado de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, en el que se le formulan sendas preguntas.

Deberes por hacer

Las cuestiones, redactadas por la parlamentaria Leire Corrales, se refieren al recién finalizado ejercicio de 2009 y son de índole financiero. A saber: «¿Cuáles son los motivos por los que se declaran excedentes presupuestarios fondos por importe de 660.000 euros destinados al Instituto Etxepare?» y «¿Qué actividades y proyectos se van a dejar de realizar por dicho importe?». Encuestas, planes estratégicos, publicidad, diseño de nuevos programas... La labor prevista el año pasado por el organismo para cuando echara a andar era inmensa. Poco se ha podido hacer y los únicos paganos de esta parálisis son la lengua y la cultura vascas.

RAMON ETXEZARRETA: "NO ES PRUDENTE QUE OPERE HASTA QUE SE DESPEJEN LAS INCÓGNITAS LEGALES"

J. F./Bilbao. El Gobierno vasco no quiere dar ni un paso en falso en el Instituto Etxepare. El viceconsejero de Política Lingüística, Ramón Etxezarreta, tiene claro que hasta que los tribunales no se pronuncien sobre la legalidad de las modificaciones en la selección de personal «no es prudente» que el organismo entre en funcionamiento.

-¿Cuándo prevé que eche a andar definitivamente?

-Esperamos que sea este mismo año. Estamos recabando información de otras instituciones similares para concretar mejor cuál será el trabajo del instituto y que éste pueda estar operativo en cuanto se despejen las incógnitas legales. Mientras tanto, no es prudente que opere.

-Ustedes denunciaron una «cadena de errores» en la creación de los puestos de trabajo. ¿Ya saben por qué ocurrieron?

-Yo creo que todo fue fruto de las prisas y agobios de última hora -el PNV estaba a punto de abandonar el Gobierno-. Eso provocó que se cometieran unos errores técnicos de bulto cuyo alcance es lo que el tribunal tiene que medir ahora.

-Supongo que, mientras tanto, ya le habrán dotado de alguna función...

-Por supuesto. A finales de año, 26 programas de lectorados que enseñan euskera y la cultura vasca en el extranjero pasarán a depender del Etxepare. También se ha firmado un convenio de colaboración con el Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Reno, aunque será el director quien al final marque el programa de trabajo.

-¿Realmente era necesario un ente de este tipo?

-¡Claro! Yo creo que hacía falta una institución que ayude a proyectar, definir y atraer gente a la cultura vasca. Además, es un instrumento que da coherencia a la acción del Gobierno. No está sometido a los caprichos del político de turno.

-¿No existe el peligro de invadir competencias hasta ahora exclusivas del Instituto Cervantes?

-El Etxepare no nace contra nadie. Al contrario. Colaborará en distintas acciones con el Cervantes

(publicado el 15-01-2010 en El Correo)