San Nicolás, Argentina. El Centro Vasco de San Nicolás lleva casi 20 años desarrollando el Programa Etxe Nasaia, programa que consiste en ofrecer almuerzos en la sede, una vez al mes, a niños y niñas en edad escolar. El proyecto tiene un doble objetivo: colaborar con los sectores más vulnerables de la ciudad y a la vez generar un vínculo entre la comunidad y la Euskal Etxea.
Con el inicio de la pandemia, cambiaron las condiciones del programa en muchos aspectos. “Como las escuelas están cerradas y en San Nicolás hay mucha hambre, decidimos ponernos en contacto con comedores y merenderos y cocinar para ellos”, explicó Ana María Erausquin, lehendakari del Centro, a EuskalKultura.eus. Cada sábado cocinamos entre 100 y 130 porciones de paella que cada institución viene a buscar”.
Pero la Euskal Etxea también tuvo que reorganizarse para realizar la tarea. De hecho, y según Erausquin, “En esta etapa los que cocinan son los sukaldaris más jóvenes, la ‘tercera generación de cocineros’ que no tienen tanto riesgo con los mayores”.
“Además, continúa Erausquin, hubo que revisar los números, porque aumentamos la cantidad de raciones y a la vez no tuvimos nuestras dos grandes entradas económicas que suelen ser el ‘Buenos Aires Celebra’ y ‘La noche de San Nicolás’. Pero hemos hecho tres actividades gastronómicas en las que nos fue muy bien, ya que la gente de la ciudad nos conoce y colabora”.
El sábado pasado la esperada paella llegó al Comedor y Merendero “Rincón de Luz”, del Barrio Las Mellizas, desde donde se repartió a quienes se acercaron personalmente y también en casas de gente que no pudo movilizarse por estar contagiada por el coronavirus. “Durante estos meses incluso hemos cocinado para el Hospital de San Nicolás, que a veces no tiene recursos para el personal; y seguramente lo volvamos a hacer”, finaliza la lehendakari.
Más información y fotos, Euzkal Etxea San Nicolas.