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Clelia Gorri/Pehuajó, Argentina. El "Cura Vasco", oriundo de Pehuajó nos dejó a los 84 años.

Justo Hilario Irazábal falleció en el Hogar San  Camilo de Argüello, en Córdoba --Argentina-- acompañado por sus amigos, entre ellos el sacerdote Víctor Acha, inseparable amigo del Vasco desde que fueron juntos al Seminario Nuestra Señora de Loreto.

Una de las razones de su vida fue el asentamiento que en l980 bautizó en honor a su gran amigo Monseñor Enrique Angelelli, obispo muerto durante la última dictadura militar.

Este asentamiento que comenzó con un grupo de 40 familias hoy es un gran barrio de gente humilde y necesitada. Este fue el motor fundamental de la vida del Cura.

El Vasco fue el prototipo del cura obrero, de esos próceres con las manos sucias y curtidas por el contacto con la vida real, que nunca dejaron de ser de carne y hueso.

Vivió sin nada en el bolsillo, todo lo compartió.

Se embanderó por la lucha por igualdad de oportunidades y dedicó gran parte de sus días a la comunidad de "Villa Angelelli".

Justo Hilario heredó las virtudes de LABORIOSIDAD-HONESTIDAD-FIRMEZA DE CARACTER. Fue fuerte como un tala, belicoso y frontal, inamovible en sus convicciones y pragmático en sus acciones.

Algunos creen que los avatares de la villa le fueron minando el corazón, pero no el espíritu.

A los 80 años la vejez ha tocado la

 puerta del Cura Vasco. Un problema coronario lo aqueja. Los médicos le dijeron: "No podés volver al barrio Vasco..."

Decidió vivir en el geriátrico "Hogar San Camilo", rodeado de gran cariño.

Siguió repitiendo: "Hay que hacer política". No de partido, sino de cualquier actividad que propicie el bien común.

El Cura Vasco como Olentzero tuvo el regalo de  FUERZA-CORAJE-AMOR.

Justo Hilario, Padre Vasco, GOIAN BEGO.

[desde Pehuajó, Clelia Gorri, Kela]

PD: El Centro Basko 'Etxe Alai' hará rezar una misa en su memoria en Pehuajó el sábado próximo e invita a compartir la misma a sus socios y amigos y a la comunidad en general, así como al Centro Vasco de Laprida, donde el Cura Vasco tiene familiares directos: Feliz Irazábal, expresidente y familia...

“Peleó hasta el final, tenía cáncer pero nunca se quejó. Lo cuidamos con el padre Víctor (Acha), Liliana de Goycoechea y las hermanas del Hogar San Camilo”, cuenta Rosa Cativa, una de sus grandes amigas. “El día que se fue estaba tranquilo y sereno", dijo al diario La Voz.

Eco de la noticia en diferentes medios:

-Varias notas sobre él en Cadena 3
-En Clarín
-En Actualidad y Política