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Tres Arroyos, Argentina. En el marco de los festejos por el aniversario número 126 de la ciudad y siguiendo una tradición iniciada hace seis años, la euskal etxea Hiru Erreka entregó por séptima vez las distinciones conocidas como 'Patrimonio Cultural Tresarroyense'. En esta ocasión fueron cuatro las personas homenajeadas, siempre con motivo de la responsabilidad, el esfuerzo personal realizado a lo largo de sus vidas y la solidaridad para con la comunidad:

[La señora Elisa Di Nezio también recibió la distinción de manos de un familiar muy cercano: su nieta (foto EE)]

Elisa Di Nezio de Villafranca fue una de las premiadas en este 2010. Elisa nació en el año 1915 en Tres Arroyos. Su infancia transcurrió en el campo y sus estudios los realizó en la Escuela Nº 5 y en el Colegio Nacional. En esta última casa de estudios llegó hasta tercer año. A los 22 años se casó con Domingo Villafranca, quien falleció hace 14, y con quien tuvo una familia que ahora está compuesta por dos hijas, dos nietos y un bisnieto. En 1951, Elisa abrió la Librería Carabela, en la calle 9 de Julio, y allí trabajó sin descuidar las tareas del hogar. Contó siempre con la ayuda de su esposo y de sus hijas, que en determinado momento también tomaron las riendas del negocio. Ahora, la librería ha abierto las puertas a la tercera generación de la familia incorporando a la nieta de Elisa, quien le va dando un nuevo enfoque al local. Elisa va todas las tardes a la librería y le satisface ver los progresos que se van efectuando. "A mis 95 años --explica la homenajeada-- estoy muy agradecida a Dios por todo lo que me ha dado; me ha quitado también, una hija, pero mi esperanza está puesta en Él", afirma.

La Comisión Directiva de Hiru Erreka también eligió este año a Blanca Maite Ayastuy. Blanca nació en Cascallares, en el campo El Porvenir. Los primeros años escolares los realizó en el campo, pero terminó el ciclo primario en Tres Arroyos. Concluido el secundario, se recibió de maestra en la ciudad de Benito Juárez. Se casó a los 24 años con Héctor Miralles con quien tuvo una hija que le ha dado un nieto. Su vida transcurrió entre la profesión y el campo situado a 24 kilómetros de la ciudad. Hoy, con 82 años, Blanca es una de las socias protectoras del centro vasco y una productora rural destacada.

Los hombres también formaron parte de la lista de premiados: Manuel Alonso Bilbao, quien no pudo asistir a la entrega, nació en Copetonas hace 81 años. Hasta 1942 permaneció en esa localidad con sus padres y siete hermanos, dedicados todos al negocio de ramos generales. Ese mismo año se produjo el cierre del comercio y desde entonces trabajó en el campo, en la zona de Irene, hasta el 1991 año, en el que se retiró. Al jubilarse se radicó en Tres Arroyos donde reside en la actualidad. Es un productor agropecuario reconocido y socio colaborador y fundador del Centro Vasco.

 
[Al joven Leonardo Legarreta el diploma se lo entregó su mamá (foto EE)]

El último de los premiados fue Leonardo Legarreta, alumno del Taller Protegido Despertar, de la Comisión de Ayuda al Discapacitado (Coadis). Desciende de una antigua familia vasca compuesta por sus padres y cinco hermanos, Leonardo colabora con la institución vendiendo con una sonrisa y gran humildad los productos de Coadis en la calle. El joven muchacho es muy querido por sus compañeros y por la gente de la comunidad. Además es un ejemplo de valores olvidados por la sociedad de hoy. Con 28 años, Leonardo Legarreta fue el más joven de los homenajeados.

[Terminada la entrega de diplomas las dantzaris del Centro Vasco bailaron ante los presentes (foto EE)]

'Este año concurrió mucha gente al evento, nuestras dantzaris bailaron y al final invitamos café y masitas a los premiados, y a sus familiares y migos', explica a EuskalKultura.com José Luis Artuch, presidente del centro. 'Lo que más me impactó fue la intervención Leonardo Legarreta, quien sobre el final de la reunión, muy brevemente dirigió la palabra a todos los presentes para agradecer de corazón la distinción. Fue un momento muy emocionante. Leonardo es un joven con capacidades especiales y un ser humano muy noble', señala Artuch.

Para terminar, la euskal etxe hace saber que el dinero reunido será donado a la Escuela Virgen de la Carreta, institución que la euskal etxea apadrina.