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A los 91 años, Clelia ‘Kela’ Gorri continúa trabajando de manera incansable en y por el centro Etxe Alai de Pehuajó; al día de hoy, sigue acompañando a su euskal etxea en las actividades que realiza y sobre todo, se ha convertido en un referente más allá de la colectividad vasca de su ciudad. 

Pehuajó, Argentina. La Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Pehuajó, en la provincia de Buenos Aires, celebró el Día Internacional de la Mujer con un acto en homenaje a las mujeres destacadas de la ciudad. Desde el centro vasco Etxe Alai informan con gran alegría y orgullo que las mujeres vascas fueron distinguidas en esta ceremonia en la figura de Clelia Edith Gorri, socia de la institución pero sobre todo “amiga, colaboradora, y un ejemplo de vida”, según la describen con aprecio y entusiasmo los integrantes de la euskal etxea.

El acto tuvo lugar el pasado 8 de marzo en el Salón Blanco de la Municipalidad y si bien Kela no pudo asistir, miembros del centro y la hermana de la homenajeada, Hilda Gorri, recibieron la medalla en su nombre.

Clelia Gorri Arrese Arguindegui Aramburu

Con respecto a Clelia, más conocida como ‘Kela’, recordemos que nació en Pehuajó en 1923, en el seno de una familia euskalduna. Fue maestra normal y ejerció tanto en escuelas rurales como en establecimientos de las ciudades de Trenque Lauquen y Pehuajó.

Kela participó desde temprana edad en el centro vasco pehuajense, institución a la que sigue vinculada hasta el día de hoy. Ocupó distintos cargos directivos, fue presidenta de la euskal etxea y a ella se debe la tramitación de la Personería Jurídica. También se animó con el euskera, fue asidua participante de las Semanas Vascas y publicó los libros Euskaldunak Bai Bai (Vascos Sí, Sí) y El Olentzero.

Entre sus experiencias con más repercusión, cabe destacar el homenaje y reconocimiento que realizó Gorri como embajadora del Etxe Alai al Padre Txomin Jakakortexarena, fundador del centro vasco de Pehuajó, en el cementerio donde se hallan los restos del sacerdote, en Berastegi, Gipuzkoa. En el transcurso de la ceremonia, que tuvo lugar en el año 1999, se colocó una placa alusiva,en presencia de autoridades locales.

También en el marco de las actividades de la euskal etxea, Kela creó el grupo de yoga ‘Akelarre’ al frente del cual estuvo hasta hace dos años. “Hoy a sus 91, podemos decir –expresan sus compañero de Etxe Alai– que es una mujer con convicciones, solidaria, firme en sus ideas, respetuosa, muy trabajadora, luchadora por sus ideales, y con una mente intacta, a la que podemos recurrir cuando necesitamos”. "Eskerrik asko, Kela", concluyen, en un reconocimiento al que se suma EuskalKultura.com.