euskalkultura.eus

Nueva York, EEUU. El pasado domingo una azotea de Brooklyn fue el escenario de una original sesión de cine bajo las estrellas, protagonizada por una también original película: "Emak Bakia Etxea", del director navarro Oskar Alegria. Este documental de creación narra la búsqueda de una misteriosa casa llamada Emak Bakia, en la que el fotógrafo estadounidense Man Ray grabó un cortometraje. Alegría vío este corto en la Tate Gallery de Londres, e intuyó que tras el nombre de esa casa, había una historia que contar.

La película se proyectó en Nueva York dentro del ciclo Brooklyn Rooftop Films, y aunque estaba programada para el viernes, se retrasó al domingo por el mal tiempo. La sesión comenzó con un concierto, y tras el visionado Alegría respondió a las preguntas del público. "Al terminar mucha gente se acercó a felicitarme, a preguntar más cosas... Hay que decir que la azotea se llenó de gente, entre ellos Jem Cohen y Amos Poe, cineastas punteros en NY", señala.

En todas partes, vascos

No faltó una representación de los vascos locales, como suele ser habitual en las proyecciones de esta película. "Estuve hablando en euskera con tres personas tras la proyección. Pero eso es algo habitual, parece que la película despierta el herrimina (añoranza) de los que están fuera. En casi todos los sitios donde hemos estado ha aparecido algún grupo de vascos, sea en Vancouver, Shanghai, Tetuán o en Telluride. En éste último lugar me encontré con Andre Lacouture, nacido en Donibane Lohizune, que me contó que la casa de su madre se llamaba Bakia. Estaba muy emocionado, porque conocía la casa Emak Bakia desde pequeño”, cuenta.

[Oskar Alegria en la azotea de Brooklyn donde tuvo lugar la proyección]

"Emak Bakia Etxea" ha tenido un largo y exitoso recorrido por festivales del mundo en los tres últimos años. "Es bonito despertarse de madrugada y pensar, ahora la están dando en Sydney, o en Tel Aviv, y mañana en Bilbao, y la semana que viene en Santiago de Chile. Eso sí que es empequeñecer el mapa. El mundo no es tan grande, ni tan ajeno a nosotros", asegura.

París, Berlín, Hozta y Bidart

Alegria asegura que con estas proyecciones se termina el camino internacional para la película. "Los festivales escogen películas de los dos últimos años, y la mía hace tiempo que pasó esa fecha. Y yo, estoy agotado, la verdad. Eso sí antes de acabar, me gustaría poder mostrarla en París y en Berlín", asevera.

El director avanza que habrá dos proyecciones especiales en Euskal Herria: "En la Baja Navarra, en Hozta, el 15 de agosto, se proyectará en la plaza del pueblo, usando el frontón y las casas, en cuatro idiomas al mismo tiempo. Emak Bakia, a los cuatro vientos. Y a finales de año se verá en Bidarte, algo que espero ansioso, porque la película en cierto modo es de Bidarte, y la gente de Bidarte es su protagonista, por lo que llegar allí será una manera de cerrar el círculo", concluye.