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Elko, EEUU. Según apunta Franzoia, la edición de Udaleku de este año estará "marcada por el fuego", ya que la primera noche será la ‘fun gaua’, o noche de diversión, y los niños, junto con los monitores, disfrutarán de la celebración de la Hoguera de San Juan y de la fiesta de Santa Agueda, “con una pequeña fogata”. Son celebraciones muy comunes en el País Vasco, donde la gente se reúne para celebrar la noche más corta del año, encendiendo grandes fogatas. Otra de las razones que esgrime para señalar que este Udaleku lo marcará el fuego es que el último evento programado es el ‘Txupinazoa’, o pistoletazo de salida. Sí, de salida, a pesar de que sea la última noche. Y es que, justamente, ese mismo 4 de julio coincide con el inicio de las fiestas vascas de Elko.

Este año habrá también más niñas que niños en el Udaleku, “aunque no muchas más”, en palabras de Franzoia. Y los estados desde los que llegarán serán, principalmente, California, Nevada, Utah, Idaho y Wyoming para quedarse, algo menos de dos semanas, en las casas de 20 familias de acogida. La organizadora indica que “este año no hemos recibido solicitudes de fuera del país”, por lo que no participarán jóvenes venidos desde el País Vasco, como sí ha ocurrido en otras ediciones.

Pero tres de los monitores sí serán de Euskal Herria: Jexux Larrea y Eneko Mujika, instructores de danza y de txistu, respectivamente, que llegarán desde Donostia y Vitoria-Gasteiz; y Eztitxu Harignordoquy, natural de Baigorri, en la Baja Navarra, quien ayudará en varias labores. Desde enero, Eztitxu, licenciada en Filología Vasca, ha impartido clases de Euskera y Cultura Vasca en la Universidad Estatal de California y en el Centro Vasco de Kern County, ambos en la localidad californiana de Bakersfield. Junto a estos tres adultos, otros 12 monitores y 3 voluntarios más trabajarán para que los jóvenes disfruten mientras aprenden danzas, txistu, euskera y canciones vascas, pelota, cultura vasca y mus.

La mayor parte de las actividades se desarrollarán en la propia sede del centro vasco, exceptuando dos salidas: una visita a un entorno natural extraordinariamente bonito, es el Lamoille Canyon (Cañón de Lamoille) y una visita a las minas de oro, mineral en cuya extracción Elko es referente mundial. “Está muy bien”, indica Franzoia. “Y es muy interesante porque la mayoría de los niños no son de Elko y desconocen el mundo minero, en particular este tipo de minas a cielo abierto”. Las compañías Barrick Gold Mine y Newmont Gold Mine ayudarán en las visitas en las que los jóvenes vascos podrán apreciar “qué grande es todo en una mina”. Baste decir que la altura de las ruedas de los camiones que se usan aquí superan con creces kla de un hombre adulto, refiere Franzoia.

Han pasado ocho años desde que Elko acogiera su último Udaleku de NABO, por lo que su retorno a la ciudad supone un motivo de alegría para Franzoia, quien opina que este tipo de campamentos “son buenos para que los niños conozcan las realidades de otros centros vascos”. Para finalizar, la coordinadora de Udaleku 2014 comenta que “el objetivo último de la actividad es proporcionar a los más jóvenes las herramientas suficientes para que se sientan cómodos para ir allí (el País Vasco), y vivir todo esto de primera mano”.