euskalkultura.eus

diáspora y cultura vasca

Noticias rss

El viejo hospital de Zugarramurdi, en Navarra, se convertirá en un museo dedicado a las brujas

08/11/2005

Entrada de las famosas cuevas de Zugarramurdi, en las que se realizaban 'akelarres'
Entrada de las famosas cuevas de Zugarramurdi, en las que se realizaban 'akelarres'

PUBLICIDAD

Zugarramurdi es famosa por las cuevas en las que según la tradición se realizaban akelarres y reuniones de brujas; y por el proceso histórico en el que la Inquisición llevó a la hoguera a seis mujeres acusadas de brujería, allá por 1610. Cuatrocientos años después la localidad navarra homenajeará a estas mujeres --más sanadoras y expertas en hierbas medicinales que servidoras del diablo-- con la creación de un museo dedicado a la brujería, según recoge el Diario de Noticias de Navarra.
La localidad navarra de Zugarramurdi ha rehabilitado su viejo hospital, situado en el mismo pueblo, en la salida hacia las cuevas, para instalar en él un museo dedicado a la brujería. Este futuro espacio museístico se convertirá en un lugar en el que el visitante pueda entender qué es lo que un día sucedió en Zugarramurdi --y también en Urdazubi (Urdax)-- a principios del XVII, cómo era la vida cotidiana de aquellas gentes. Un homenaje a aquellas personas, hombres y mujeres, que fueron víctimas de una situación social trasnochada, de una ola de pánico brujeril, y de una Inquisición que necesitaba imponer su autoridad.

Zugarramurdi no es el único pueblo de Navarra a quien le afectó esta fiebre brujeril. Hubo, al menos, 64 localidades en las que documentadamente se vivieron episodios vinculados con la brujería. Pero es Zugarramurdi, por la dimensión social que tuvo a nivel europeo aquel Auto de Fe de 1610, quien se ha ganado el popular sobrenombre de 'pueblo de las brujas'.

Detrás de aquella situación social de hace cuatrocientos años había también toda una serie de realidades que son las que nos pueden llegar a ayudar a entender mejor aquello que pasó. Así pues, era aquella una sociedad en la que la mujer era un ser humano de segunda categoría, siempre por debajo del hombre; y había algunos varones que no acababan de ver con buenos ojos que una mujer se arrogase el papel de sanadora; automáticamente caían sobre ella las culpas de todo lo malo que pasase.

Declaraciones fantasiosas

Como en otros muchos procesos de brujería, todo el conflicto nace de las declaraciones fantasiosas de la joven María de Ximildegui, pero quien presumiblemente presenta la denuncia y hace venir a la Inquisición es el abad del Monasterio de Urdazubi. Hay que tener en cuenta que mientras en Zugarramurdi los vecinos eran campesinos y pastores no sujetos a señorío alguno, en Urdazubi sus vecinos eran siervos del Monasterio. En consecuencia, a nadie le debe de extrañar que el abad de ese monasterio arremeta contra aquellas gentes que viviendo tan cerca de él cometían la osadía de ser libres.

Todo comenzó en el año 1608, cuando María de Ximildegui regresa de Ziburu, un pequeño pueblo abortano en el que había vivido durante los últimos cuatro años. María regresaba a su pueblo dejando atrás un montón de vivencias. Dijo públicamente que durante año y medio había sido bruja, y que había llegado a asistir en dos ocasiones a unos akelarres celebrados en Zugarramurdi en los que participan personas de esa localidad cuyos nombres tampoco tuvo reparo en decir.

Más de 300 detenciones

A primeros de enero de 1610 se presentó en Zugarramurdi un comisario de la Inquisición acompañado de su notario. Hicieron sus investigaciones; hablaron con unos y con otros; y… poco después el Santo Oficio hacía detener a cuatro mujeres (Estefanía de Navarcorena, María Pérez de Barrenechea, Juana de Telechea, y María de Juruteguia), que ese mismo 27 de enero ingresaban en la prisión de Logroño.

A partir de ese momento se van sucediendo las detenciones --más de 300-- y encarcelamientos, resultando encausadas en total 31 personas (12 hombres y 19 mujeres), de las que 13 acabaron muriendo en la propia prisión víctimas de una supuesta epidemia que parece ser que nunca existió.

Condenadas a morir en la hoguera

El 7 y 8 de diciembre de 1610 más de treinta mil personas se concentran en la plaza de Logroño para escuchar el Auto de Fe. De los 31 encausados, 11 fueron condenados a morir en la hoguera (cinco de ellos ya habían muerto en la prisión, pero se quemaron sus restos), algunos fueron absueltos, y otros repartieron sus penas entre el destierro, algunos años de cárcel, y cinco cadenas perpétuas.

Este fue el resultado de aquella epidemia brujeril. Fueron quemadas en la hoguera María de Arburu (70 años, de Zugarramurdi), María Baztán (68 años, de Zugarramurdi), Graciana Xarra (66 años, de Urdazubi), María de Echachute (50 años, de Zugarramurdi), Domingo de Subildegui (50 años, de Zugarramurdi), y Petri de Juangorena (36 años, de Zugarramurdi).

Museo de la Brujería

Zugarramurdi, a través de su Ayuntamiento, afronta el 400 aniversario de aquel acontecimiento de la mejor manera que se podía hacer: dedicando un museo que sirva para perpetuar la memoria de lo que sucedió, y a la vez como espacio de duelo y de homenaje hacia aquellas víctimas. El proyecto cuenta con el potencial de las varias decenas de miles de visitantes anuales que se acercan actualmente a ver la espectacular Cueva de las Brujas; y un tema que turisticamente vende mucho.

Es el momento de dejar a un lado esa imagen folklórica de las brujas para dar paso a esa otra imagen de unas mujeres y unos hombres acusados de cosas inverosímiles, envueltos en relatos fantasiosos, y finalmente quemados en una hoguera.

Detrás de todo esto, existe también todo un mundo de leyenda y de mitología, con Mari y Aker como protagonistas; todo un mundo de fiestas y de ritos paganos; todo un mundo de medicina popular.

Trabajos de investigación como los de Florencio Idoate, el aita Barandiarán, Julio Caro Baroja, Gustav Heninngsen, José Dueso, J. Paul Arzac y Koro Irazoki, entre otros, sirven de base al proyecto. El Museo de las Brujas aúna la necesidad de proteger su patrimonio y la explotación de un recurso turístico de primer orden. No hace falta ninguna bola de cristal para augurar un éxito rotundo.


Enlaces relacionados

Urdazubi y Zugarramurdi
En turismo.navarra.com

Las cuevas de Zugarramurdi
En www.ladefuncion.com


« anterior
siguiente »

© 2014 - 2019 Basque Heritage Elkartea

Bera Bera 73
20009 Donostia / San Sebastián
Tel: (+34) 943 316170
Email: info@euskalkultura.eus

jaurlaritza gipuzkoa bizkaia