Victoria, Argentina. Representantes de la colectividad vasca de Victoria, en la provincia de Entre Ríos, nos han hecho llegar la noticia de que la Parroquia de Nuestra Señora de Aránzazu ha sido designada por el Papa Francisco ‘Basílica Menor’. El título llegó como respuesta a un pedido de la comunidad local, y según explica el Pbro. Héctor Trachitte, “cumplidos los requisitos relacionados con la cultura, la historia y la pastoral, finalmente el Vaticano aprobó el trámite correspondiente”.
Recordemos que la propia ciudad de Victoria, su parroquia y desde luego la advocación local de la Vírgen de Aranzazu ligan su origen al oratorio cuyo establecimiento solicitó en 1809 el vasco Salbador Juaquín de Ezpeleta (Oiartzun, Gipuzkoa 1776 - Paraná, Entre Ríos 1846) en el paraje conocido como La Matanza. Como precedente, existía para entonces a la vera del río Paraná, una capilla construida en 1802 en Punta Gorda bajo la protección de esta advocación vasca de la Virgen [reportaje fotográfico Joseba Etxarri]
Nuestra Señora de Aranzazu en Victoria. A la izquierda, banderas del Vaticano, Argentina e Ikurriña
A la izquierda del Altar Mayor, réplica de la imagen de la Virgen de Arantzazu traida del País Vasco
El fundador oiartzuarra de Victoria
En la propia céntrica plaza de San Martín, en Victoria, junto a la ahora Basílica, se halla la Municipalidad, en la calle que atraviesa la plaza, denominada justamente Ezpeleta. Ahí se levanta el monumento con un cofre que contiene tierra de Oiartzun, junto a la efigie de Ezpeleta, con una placa en la que puede leerse: "El Pueblo de Victoria a su fundador Don Salvador Joaquín de Ezpeleta". Una placa del Centro Vasco Haritz de Victoria se sumó al homenaje, con motivo de la celebración en 2010 del bicentenario de la ciudad.
Según relata a EuskalKultura.eus Fabián Zorzabal, referente de la colectividad vasca local y presidente en 2010 de Haritz, “En el año 2004 y gracias a la gestión del Gobierno Vasco y en particular de la entonces consejera de Educación Anjeles Iztueta, nuestra parroquia recibió como obsequio una réplica de la Virgen de Arantzatzu que fue donada por el País Vasco y traída por el párroco Raúl Benedetti”. La imagen se halla situada a la izquierda del Altar Mayor.
Frente a la ahora basílica, monumento al fundador de Victoria, Salbador Juaquin de Ezpeleta
En el propio monumento, cofre con tierra traida del pueblo natal de éste, Oiartzun, en Gipuzkoa
Integrantes del Centro Vasco 'Haritza' de Victoria en los actos del Bicentenario de la localidad
Monjes vascos en Victoria
Pero no es ese el único importante vínculo histórico de Victoria con Euskal Herria. En medio de una zona natural, sobre una de las colinas que rodean Victoria, se halla la Abadía Benedictina del Niño Dios, fundada en 1899 por monjes vascos de la Abadía de Belloc (Beloke en euskera), en Lapurdi. Constituye todo un referente espiritual, turístico y económico de Victoria.
Decenas de frailes y curas de todo el País Vasco pasaron por este centro, una de las principales y más activas abadías argentinas. Religiosos de sonoros apellidos como Errecart, Beguiristain, Haran, Bernachea, Oxarart, Urricarriet, Aizpuru, Sarazola, Balerdi, Lasa, Zaldua, Odiart, Ospital, Belza, Carrique, Daguerre, Bernachea, Yrigoyen, Ardans, Ormaechea, Fourcade, Galzagorri o Zugarramurdi, entre otros, desarrollaron desde aquí su acción pastoral y yacen enterrados en su cementerio, muestra de un episodio más de la contribución vasca a la nación argentina.
Aspecto de la impresionante Abadía del Niño Dios, fundada por frailes vascos de Belloc en 1899
Cementario de la Abadía, con tumbas con decenas de sonoros y reconocibles apellidos vascos
Acto, plantación del roble y placa del CV 'Haritza' en la Plaza de los Inmigrantes de Victoria
Momento de la plantación del roble por Fabián Zorzabal y autoridades, el 7 de noviembre de 2007
Representantes de la comunidad católica local han destacado que la designación de la nueva Basílica no solo constituye un honor para los fieles locales sino que reafirma el objetivo de “intensificar el vínculo de la iglesia con la lglesia de Roma y con el Santo Padre, y permite promover su ejemplaridad como centro particular de acción litúrgica y pastoral de la diócesis”..
Oportunamente y cuando concluya la etapa de aislamiento social por la COVID-19 se comunicará el programa de festejos para celebrar la designación.
Un vínculo más que entrecruza Euskal Herria con la nación argentina.